Los 150 municipios involucrados en el proyecto de "gas popular" enfrentan un complejo momento: por un lado, el informe de la Contraloría General de la República, que ha determinado que se requeriría un cambio en la normativa legal, puesto que actualmente los municipios carecen de facultades para la venta de gas. Por otro, la adquisición de los costosos y limitados cilindros.
Los 150 municipios en todo el país que pretenden distribuir gas licuado a menor precio ven su camino cuesta arriba: Algunos de ellos querían implementar la medida antes de fin de año, pero la compra de cilindros ha sido el principal obstáculo.
Sumado a esto, el lunes la Contraloría General de la República liberó un informe en que advirtió que los municipios no tienen facultades para la venta de gas licuado y que se requerirá un cambio en la normativa legal.
De esta manera, ante la intención de los municipios de poner en marcha el plan de “Gas popular”, aún quedan ajustes que hacerse. Así lo advirtió Hugo Najle, distribuidor minorista del Maule: “Los cilindros deben envasarse solo por el propietario y, si los alcaldes quieren implementar la idea del gas popular, ese será el costo más alto que tendrán”. A los altos precios de estos, se suma su escasa disponibilidad.
“Nos merece duda esta interpretación de que los cilindros son, por definición, de la empresa”, sentenció el alcalde de Independencia, Gonzalo Durán, quien afirmó que es algo que “estamos determinando jurídicamente” y que, “si es necesario, vamos a adquirir cilindros propios”.
Así, los municipios involucrados quieren dar la batalla legal, incluso con un plan b: Comprar los cilindros en el extranjero, aunque aún no han determinado si lo harían como agrupación o por separado.
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Desde Independencia, por ejemplo, esperan que el proyecto esté en marcha antes del segundo semestre de 2022. “Nuestra propuesta es pensar en un modelo similar al de las farmacias, en el sentido de que las personas se inscriben en el municipio para tener garantizado su servicio de venta de gas y, por tanto, tendremos una estimación de con cuántos cilindros partir en cada una de las comunas”, sostuvo Durán.
En Chiguayante, comuna en que inició la idea, dicen estar un poco más avanzados en el proyecto, que podría comenzar a operar antes de que termine el año en volúmenes bajos, del orden de 1.400 cilindros. Manifiestan que solo les falta la autorización de la Empresa Nacional de Petróleo (ENAP).
“Hoy el camino se ha puesto un tanto pedregoso, pero créame, eso no hace otra cosa que convencernos de que tomamos la decisión correcta”, sostuvo Antonio Rivas, edil de Chiguayante.
Por parte del gobierno, el biministro de Energía y Minería, Juan Carlos Jobet, indicó que “vemos con buenos ojos que entren nuevos actores al mercado, la competencia en general beneficia a los clientes” y añadió que “lo importantes es que se cumplan todos los requisitos de seguridad, calidad y atención para que efectivamente vaya en beneficio de las personas”.
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En La Florida, de hecho, durante la pandemia ya se había hecho una compra de cilindros de gas que, dicen, consiguieron a mitad de precio. Para ellos, comprar en el extranjero no sería un problema. En esta comuna, eso sí, aún no hay fechas claras.
“Cuando hoy nos dicen que los cilindros de gas en Chile cuestan $55 mil, o sea, US$ 60, ya sabemos que en el extranjero, en el mismo continente latinoamericano, hay proveedores que nos pueden entregar a US$ 33 cada cilindro“, dijo el alcalde de la comuna, Rodolfo Carter.