Especialistas laborales explican cómo identificar señales de un posible cambio de cargo y entregan consejos para demostrar tu crecimiento en el currículum en caso de que lleves mucho esperando y sea la hora de cambiar de aires.
El crecimiento profesional es un factor clave en la satisfacción de los empleados. Y mientras los ascensos deben ser ganados, los trabajadores no deberían permanecer demasiado tiempo en una compañía si no escalan lo suficientemente rápido.
Los empleados que se están comenzando a incorporar al mundo laboral deberían apuntar a tener un ascenso en torno a los tres primeros años, de acuerdo a Ian Siegel, CEO de ZipRecruiter.
“Si no te estás moviendo después de tres años, hay un problema”, asegura.
Lee también: La mitad de los trabajadores en Chile recibe un sueldo igual o inferior a $400.000 al mes
Los cambios de cargo tienden a ser más lentos conforme avanzas en tu carrera, pero deberías continuar adquiriendo responsabilidades adicionales y crecer en tu set de habilidades.
“Pregunta por lo que quieres y negocia por lo que quieres”, dice Kathy Caprino, coach de carreras y ejecutivos. “No creo que se vea bien si tu cargo no ha cambiado en siete años”.
Asegúrate que estás realmente listo
No dejes que tu ego sea la única razón por la que quieres ser promovido.
Asegúrate de entender las responsabilidades y expectativas adicionales que llegarán con el nuevo trabajo si logras un ascenso.
“He tenido a mucha gente que ha pensado que deberían ser ascendidos y quieren ser ascendidos y después son promovidos -usualmente a una posición de administrativa- y luego dicen ‘¿para qué diablos quería esto?”, dice Peggy Klaus, autora de “Brag! The Art of Tooting Your Own Horn Without Blowing It”.
Entiende el ecosistema de tu compañía
Cómo tu compañía está siendo estructurada fija el ritmo de los ascensos.
Algunas empresas tienen más puestos y más cargos, haciendo los ascensos una ocurrencia común. Otras, en cambio, son más planas y tienen menos capas de administración, por lo tanto, poseen menos posiciones para aspirar.
“Cada organización es un organismo vivo, que respira, con sus propias reglas y procesos que dictan cómo funciona y opera”, dice Caprino.”Pregúntale a quienes han trabajado ahí por años y que hayan sido exitosos para que compartan contigo las reglas tácitas, así como también las guías ya establecidas”.
Lee también: “Portabilidad financiera”: El proyecto de ley que busca facilitar cambiarse de banco
Si te dicen “no”, pregunta por otras cosas
Si te niegan un cambio de cargo, pregunta por qué otras ventajas podrían también aumentar tu crecimiento profesional y mejorar tu balance entre vida y trabajo.
“Sé específico en qué es lo que quieres”, dice Klaus.
No seas tímido al preguntar por un esquema de trabajo más flexible, un aumento de sueldo o la oportunidad de trabajar en un área diferente, o bien ser entrenado en nuevas habilidades.
Verse bien sin cambiar de cargo
A los reclutadores les gusta ver crecimiento en los currículums y perfiles onlines, pero también hay otras maneras de mostrar avances además de un cambio de cargo.
En la sección en la que describes tus responsabilidades laborales, detalla cualquier deber o proyecto adicional que hayas tomado y sé específico en los resultados.
“Explica cómo tus responsabilidades han cambiado incluso cuando tenías el mismo rol”, dice Joel Garfinkle, coach de ejecutivos y autor de “Getting Ahead: Three Steps to Take Your Career to the Next Level”. “Explica cómo fuiste de manejar a 50 personas a 150 o un presupuesto de $6 millones a $12 millones”.
Lee también: Smart Holidays: ¿Cuánto cuesta aprender inglés en 5 semanas fuera de Chile?
Saber cuándo es momento de partir
Cuando estás trabajando duro y excediendo las responsabilidades de tu cargo y sigues siendo postergado de un ascenso, puedes estar dejando dinero en la mesa.
“La forma más rápida de incrementar tus títulos y compensaciones es cambiar de trabajo… si es que no pasa internamente”, dice Siegel. “Solía ser visto como negativo el ser considerado alguien que salta de trabajo en trabajo, ahora es la norma”.
Algunas veces la falta de ascensos no tiene nada que ver con tu desempeño y hay poco que puedas hacer para arreglar la situación.
“Si tu jefe es ambiguo sobre qué necesitas para ser ascendido, es un signo de que podrías no llegar a ser ascendido”.
Y si tu jefe sí puso las metas, pero cambian constantemente, también es una luz roja.
“Si hacen esto y se convierte en un patrón, podría ser una gran señal de que nunca me lo van a dar a mí”, dice Klaus.
Esta sensación puede ir en detrimento de tu productividad y terminar apagando tu afán de seguir desempeñándote bien.
“Si tu trabajo se ha vuelto fácil y no estás siendo ascendido, puede ser una señal que necesitas un rol más grande o que deberías mirar por otros empleos”, dice Siegel.