La propuesta planteada por la Cámara Chilena de la Construcción busca generar mayor acceso a la vivienda a las familias de clase media que no califican para subsidios del Estado, y de esta forma lograr el sueño de la casa propia. Pero hay voces que exponen ciertos problemas.
La Cámara Chilena de la Construcción (CChC) planteó la posibilidad de eximir de IVA a la venta de viviendas de hasta 4.500 UF. Con esto, busca establecer un incentivo tributario sectorial, que se encuentra en el proyecto de modernización tributaria del Gobierno y que iría en beneficio de los grupos vulnerables, emergentes y medios.
De momento, el proyecto de reforma tributaria plantea elevar de 2 mil a 3 mil UF el tope máximo de costo de construcción de una vivienda que puede acceder al crédito especial, que es equivalente al 65% del IVA. La actual normativa, en tanto, exceptúa pago del impuesto a las personas que adquieren una vivienda con el apoyo de un subsidio (hasta 2.400 UF).
“La medida suena interesante desde el foco tributario en términos de no aplicar el IVA en las operaciones de menos de 4.500 UF”, sostuvo Marcelo Goldsmith, socio fundador de Goldsmith & Cía Abogados.
Rentabilizar las viviendas
No obstante, Goldsmith aclaró que se debe “considerar que un número importante de compras de inmuebles para la inversión están focalizadas en ese segmento, por lo tanto, el análisis de que esto sólo favorecería a grupos vulnerables puede desviarse, ya que muchas carteras de inversionistas en materia inmobiliaria están compuestas por departamentos o propiedades de bajo costo que se adquieren con el propósito de rentabilizarlas”.
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En este mismo contexto, “no parecería razonable que la extensión se aplicara a segundas, tercera o cuartas compras, ya que estaríamos frente a un fenómeno de favorecer a adquisiciones que se efectúan con un propósito de rentabilizar unidades de bajo costo como las que se están analizando”, complementa el especialista de la firma de abogados.
Viviendas más baratas
Por otro parte, Cristián Lecaros CEO de Portalinversionista.com, explicó que “toda propuesta que disminuya el IVA que paga el consumidor final, sobre todo para un segmento tan grande la población, que compra propiedades entre 1.500 y 4.500 UF, que según estadísticas es el 80% de las personas, es un alivio para los sectores emergentes, más vulnerables y parte importante de la clase media emergente. Disminuir el valor final a un bien de primera necesidad, apunta a la dirección correcta”.
El experto añadió que “lo que se espera con este tipo de medidas es que las inmobiliarias al tener un ahorro en el IVA, este pueda ser trasladado a precios y, por ende, esto debe ser monitoreado para que efectivamente este tipo de beneficios para personas que compran una primera propiedad, puedan ver un descuento por parte de la constructora o inmobiliaria que haga el proyecto en beneficio de la persona que compra”.
“Esto permite que la inmobiliaria mejore su capacidad financiera para poder hacer más proyectos e incentive la actividad económica del país“, concluyó Lecaros.
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Por otro lado, Enzo Langer, experto del mercado inmobiliario expresó que “se mantendría el crédito del 65% del IVA para compras de viviendas hasta UF 2.000, por lo tanto, no habría cambio respecto a lo que hay hoy“.
“Por otra parte, si se diera lo planteado en lo que se señala en el Portal Inmobiliario, sería un beneficio importante para la clase media, ya que significa adquirir una propiedad a un menor valor, que en el caso de exención del IVA significa adquirir una vivienda con un 19 % de menos costo”, agregó.
Cabe consignar que la CChC busca en definitiva que se amplié el rango de las viviendas que pueden ser consideradas de interés social, donde el beneficio sería la exención del IVA. Esta iniciativa busca ir disminuyendo de a poco el déficit habitacional del país y el anhelado sueño de la casa propia.
En cifras, la necesidad insatisfecha de viviendas llegó a 739.603 unidades (casas y departamentos). La población afectada se calcula en 2,2 millones de personas, según informó la CChC a principios de este año.