La forma en que la tecnología ha incidido en el mundo laboral no es nueva, pero sin dudas la velocidad en que podría ocurrir ya genera preocupación sobre las políticas públicas que surgirán para poder emplear a esas personas.
El empleo es uno de los puntos clave en toda planificación de políticas públicas para cualquier país. Esta necesidad ha hecho que cada vez más se preste atención hacia dónde va el mercado laboral, sobre todo ante el advenimiento de la automatización.
Un informe realizado por la consultoría McKinsey revisó el panorama mundial considerando los adelantos tecnológicos ya accesibles y llegó a algunas conclusiones en torno al tema.
En primer lugar, lograron determinar el potencial de automatización de los diversos oficios o profesiones, dando cuenta de dónde estaba la amenaza más próxima.
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Así, pudo determinar que trabajos como empacadores o operadores de maquinaria ya se encuentran en un 100% de riesgo de perder su empleo por los beneficios económicos que significa para una empresa preferir automatizar ciertos procesos.
A estas le siguen los trabajos realizados por contadores (86%), camioneros (81%), meseros (77%) y carteros (73%).
Con un riesgo menor pero igualmente significativo están oficinistas (61%), secretarías ejecutivas (59%), corredores de propiedades (51%) y gasfitería (50%).
Del otro extremo del nivel riesgo destacan atletas, artistas e historiadores con -hasta ahora- un 0% de riesgo. Les siguen profesores (15%), reporteros (15%), abogados (23%) y médicos (23%).
Experto en política estadounidense y ex subsecretario de Asuntos Hemisféricos de EE.UU., el cientista político chileno analiza las elecciones presidenciales y su impacto en la relación de EE.UU. con América Latina.
