Crece el temor sobre cómo la crisis en Evergrande repercutirá en el sistema financiero. Durante las últimas semanas, el desarrollador más endeudado de China, que tiene más de US $300 mil millones en pasivos, ha advertido a los inversores sobre problemas de flujo de efectivo, diciendo que podría incumplir si no puede recaudar dinero rápidamente.
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Evergrande ahora enfrenta plazos críticos. Se suponía que debía reembolsar los intereses de algunos préstamos bancarios el lunes, según Bloomberg. El medio de noticias informó recientemente que las autoridades chinas le han dicho a los principales bancos que no recibirán esos pagos.
Panorama general: la empresa posee alrededor del 6,5% de la deuda total del sector inmobiliario de China, según una estimación de UBS. Eso está alimentando los temores de que Evergrande pueda desencadenar el “Lehman moment” de China, en el que el colapso de una sola entidad desencadena el pánico en los mercados financieros, como lo hizo la caída de Lehman Brothers en 2008.
Ed Yardeni, presidente de Yardeni Research, cree que una mejor comparación que Lehman es la explosión de Long-Term Capital Management en 1998. En aquel caso, la Reserva Federal de Estados Unidos intervino para orquestar un rescate, limitando el daño a los mercados financieros. “Esperamos que el gobierno chino reestructure Evergrande, probablemente dividiendo sus negocios entre otros promotores inmobiliarios“, dijo Yardeni.
Pero la respuesta de Beijing sigue siendo una fuente importante de incertidumbre que podría pesar sobre el sentimiento de los inversores en los próximos días, especialmente ante la ansiedad por la inflación, el debate sobre el techo de la deuda estadounidense y los problemas de la cadena de suministro.
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En una nota publicada el domingo, los estrategas de Goldman Sachs advirtieron que el gobierno chino necesita “manejar cuidadosamente” el potencial incumplimiento o reestructuración de Evergrande, mientras entrega un mensaje claro para ayudar a “apuntalar la confianza y detener el efecto de desbordamiento“.