El ex ministro de Economía sostuvo que el programa de gobierno cambió completamente tras el estallido social. Además, dijo que la estrategia de desarrollo ha dado grandes beneficios a los chilenos. “Esa caricatura que el progreso económico le estaba llegando a algunos y a otros no, no me la compro”, afirmó.
A siete meses de haber dejado el gabinete, el ex ministro de Economía, José Ramón Valente, se refirió a la actual situación del país.
En entrevista con Pulso, el presidente de Fundación Chile sostuvo que, tras el estallido social, el programa del gobierno cambió completamente.
“Nosotros entramos con una épica muy clara que era transformar a Chile en la primera nación de Latinoamérica capaz de tener una calidad de vida de país desarrollado. Ahora, el programa de gobierno es distinto, está enfocado en fortalecer las instituciones, reducir la violencia, al proceso constituyente; por lo tanto tiene un énfasis distinto. Es muy difícil de comparar las dos situaciones. Es como si hubiese partido un nuevo gobierno”, dijo.
Sobre las causas que, a su juicio, incidieron en que fallara el programa original, señaló que “tuvimos una debilidad institucional muy importante para enfrentar esta crisis de manera civilizada. Tener demandas sociales y expresarlas es muy legítimo, pero expresarlas con violencia, destrucción, no me parece legítimo. En muchas partes se producen manifestaciones, pero el apoyo a la violencia o la tolerancia que hubo y, sobre todo, en una parte de la clase política, es algo inentendible”.
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A su vez, aseguró que la estrategia de desarrollo económico, basada en el libre mercado, “ha dado grandes beneficios a los chilenos, entre ellos la reducción de la pobreza y la desigualdad”.
No obstante, agregó que “el principal problema de nuestra institucionalidad económica es que los bullados casos de colusión han generado una sensación, a mi juicio exagerada, de que en Chile todos los mercados son poco competitivos y que la generación de riqueza es legítima”.
En cuanto a las críticas al modelo, y a la visión de que exista dos tipos de ciudadanos –de primera y segunda categoría–, señaló que “es una caricatura que no existe”.
“Cuando se miran los beneficios del desarrollo, estos les llegaron a todos los chilenos. A unos más, a otros menos, y sin duda hay chilenos más ricos y otros más pobres, pero hace 30 años había cuatro millones de personas viviendo en campamentos, y hoy día son 100 mil (…) Cuando uno de los problemas de Chile era la desnutrición infantil y ahora es la obesidad, no puedes decir que no ha llegado el desarrollo. Esa caricatura que el progreso económico le estaba llegando a algunos y a otros no, no me la compro”, enfatizó.
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Sin embargo, el ex titular de Economía cree que el modelo es mejorable.
“Todavía hay algunos privilegios, eventos de monopolio, no somos un país perfecto, pero somos un mejor país de lo que éramos hace 30, 20 ó 10 años. A la gente le da vergüenza decirlo: el modelo de desarrollo de la economía chilena estaba funcionando bien”, manifestó.
Salida de la crisis y nueva Constitución
Valente indicó que para salir de la crisis priorizaría “fortalecer instituciones como Carabineros, el Ministerio Público y los límites a la reelección de los parlamentarios, que los ajustes siempre requeridos a la estrategia de desarrollo económico”.
Respecto a la discusión del proceso constituyente, expresó que se le está dedicando “un esfuerzo muy grande al tema de que se necesita una nueva Constitución, pero cuando uno le pregunta a la gente cuáles son sus prioridades, son más bien pensiones, salud, trato justo, salarios, empleo y la Constitución está bastante atrás. Sin embargo, el mundo político se las arregló para hacer de este tema el más relevante”.
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En otro ámbito, señaló que, pese a que la economía creció un 1,1% en diciembre, “no hay nada que celebrar”.
“Con las proyecciones actuales, a diciembre de este año los chilenos tendremos US$ 1.000 menos de ingreso per cápita como consecuencia de la violencia e incertidumbre generadas a partir del 18 de octubre. Si agregamos el empobrecimiento generado por el aumento del tipo de cambio, la cifra aumentaría a US$ 3.500”, explicó.