Mientras algunos expertos apuntan a que llegó el momento de dar el paso para diversificar la economía, otros sostienen que el camino para alcanzar el desarrollo aprovechando ventajas comparativas en áreas como el cobre.
Con una productividad estancada por más de 15 años y altos índices de desigualdad social, Chile y su modelo económico se encuentran en el debate: reinventarse o perfeccionar lo que tenemos son los polos en la discusión.
“Encontramos casos exitosos de países que han llegado al desarrollo basados en sus propias ventajas comparativas“, declaró Felipe Larraín, ex ministro de Hacienda.
“En Chile la economía es muy añeja, hoy tenemos una dominación de ideas que son ochenteras“, sostuvo Hassan Akram, profesor de Políticas Públicas de la UDP.
Es decir, mientras algunos creen que el modelo no da para más y que es hora de dar el paso para diversificar la economía para alcanzar el desarrollo, otros creen que es posible alcanzar el mismo objetivo aprovechando las ventajas comparativas en áreas como el cobre.
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De hecho, el mineral representan la mitad de la canasta exportadora chilena, siendo Codelco la mayor productora mundial de cobre y el corazón de la economía del norte de nuestro país.
Según la Subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales, Chile juega sus principales cartas en el extranjero apostando a sus ventajas comparativas, con la exportación de cobre que totalizó US$33.401 millones en 2019, por sobre las frutas (US$5.870 millones), venta de químicos (US$5.118 millones) y salmón (US$4.664 millones).
“Es muy probable que sea difícil mantener un crecimiento sostenido en ese tipo de estrategias“, añadió Nicolás Grau, académico del Departamento de Economía de la U. de Chile, quien agregó que “Chile no creció 30 o 40 años como crecieron los países asiáticos con sus estrategias, creció 10 o 15 años”.
El ex ministro Larraín propuso otra alternativa en un estudio publicado del Centro Latinoamericano de Políticas Económicas y Sociales (Clapes) de la Universidad Católica, donde compara a Chile con Nueva Zelanda y Australia.
“La típica idea que hay es que estas economías llegaron al desarrollo diversificando su base exportadora y eso no es así”, señaló el ex secretario de Estado, quien puntualizó que “Australia tiene hoy una canasta de exportaciones más concentrada que la chilena” y que “no todos los caminos son igual, hay países que para llegar al desarrollo se diversifican. Otros países siguen explotando sus ventajas competitivas”.
En tanto que Hassan Akram cuestionó que “los ejemplos de Australia y Nueva Zelandia son super mál escogidos”, porque el primero “es un país minero, pero también es un país líder en el software de minería, entonces las empresas de minería en Australia compran los programas de computación para manejar la minería desde Australia”.
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¿Y qué ocurre con la minería en Chile? De acuerdo al mismo académico “que compran toda la maquinaria que ellos necesitan para extraer la roca de Chile desde afuera“.
Es por eso que para algunos expertos llegó el momento de retomar el desarrollo industrial y la experiencia de países exitosos como Corea del Sur podrían ser el ejemplo a seguir.
Al respecto, Graciela Moguillansky, consultora en desarrollo productivo e innovación, señaló que “lo que vimos que un elemento común a esos países triunfadores fue la relación entre el estado, el sector privado y los sindicatos y alianzas estratégicas para impulsar al país hacia una política hacia un camino consensuados”.
Un nuevo camino que, según Moguillansky y otros expertos permitiría, mediante el crecimiento económico, reducir la desigualdad, mejorar los salarios, la inversión en la educación y el cuidado del medio ambiente.