El Fondo Monetario Internacional reportó expectativas positivas para Chile a largo plazo, que se basan en la demanda de metales para la transformación verde, de la cual el país podría resultar beneficiado a causa de su producción y reservas de litio y cobre.
Este martes, el Fondo Monetario Internacional (FMI) entregó sus proyecciones de crecimiento económico para el Caribe y Latinoamérica.
En este contexto, el Fondo estimó para Chile un crecimiento del 11% en el presente año, el más alto en comparación con los otros países de la región.
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Sin embargo, para 2022 el FMI proyectó para Chile una desaceleración de 2,5%, cifra inferior a lo que se espera para el resto de Latinoamérica y el Caribe (3%).
Por otro lado, el PIB de los países caribeños y latinoamericanos crecería en 6,3%, medio punto más de lo que había previsto en el mes de julio.
Pese a esto, el Fondo informó de expectativas más positivas a largo plazo, basadas en la demanda de metales para la transformación verde. “El escenario de emisiones netas cero para 2050 de la Agencia Internacional de Energía (AIE), el consumo total del litio y cobalto aumenta en un factor de más de seis, impulsado por la demanda de energía limpia, mientras que el cobre se duplica y el níquel se cuadruplica en consumo total”, detalla.
“El suministro de metales está bastante concentrado”, asegura el FMI. Situación de la que Chile podría sacar provecho, ya que de acuerdo con lo que la misma institución explica, “algunos de los principales productores podrían beneficiarse”.
Las autoridades advierten que el número de fallecidos podría aumentar, dado que aún hay muchas personas desaparecidas y las condiciones complicadas para la búsqueda.
