“Anticipo que las presiones inflacionarias serán transitorias, pero solo si las vacunas y la recuperación se aceleran”, afirmó Kristalina Georgieva, directora del FMI, en medio de la asamblea anual con el Banco Mundial. Además, sobre la inflación global, remarcó que se debería en gran medida al “agudo desequilibrio” entre la oferta y la demanda en la economías avanzadas.
(EFE) – El Fondo Monetario Internacional (FMI) sigue considerando que la inflación global será “transitoria”, pero admite que puede prolongarse si no se acelera el acceso global de las vacunas, aseguró este miércoles Kristalina Georgieva, directora gerente del organismo.
En una rueda de prensa al arranque de la asamblea anual del FMI y el Banco Mundial (BM), Georgieva comentó la creciente preocupación por el alza generalizada de los precios en numerosos países.
Precisamente, este mismo miércoles se supo que la inflación anual de Estados Unidos se situó en septiembre en el 5,4%, la mayor cifra en 13 años.
“Anticipo que las presiones inflacionarias serán transitorias, pero solo si las vacunas [contra el COVID-19] y la recuperación se aceleran”, indicó Georgieva en la conferencia de prensa en la que remarcó que uno de los grandes factores de esta subida de precios es el “agudo desequilibrio” entre la oferta y la demanda en la economías avanzadas.
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No obstante, insistió en que las estimaciones del organismo apuntan a que la inflación “comenzará su repliegue a mediados de 2022” en las economías avanzadas hacia el rango previsto por la mayoría de los bancos centrales del 2% anual.
La institución financiera internacional rebajó este martes levemente las previsiones de crecimiento global de este año al 5,9%, una décima menos que hace tres meses, debido a la variante delta del coronavirus y a los problemas en las cadenas de distribución mundiales. Dejó, por su parte, sin cambios las previsiones mundiales para 2022 en el 4,9%.
Deuda en niveles récord
El Fondo también dio a conocer su informe de “Vigilancia Fiscal” en el que advirtió que los estímulos activados por la pandemia impulsaron la deuda mundial el año pasado en un 14% hasta alcanzar un récord de 226 billones de dólares.
En una conferencia de prensa, el director del Departamento Fiscal del FMI, Vítor Gaspar, destacó que además de la “gran divergencia” en el acceso a las vacunas, también existe una “gran divergencia en la financiación” con los países avanzados recibiendo condiciones más favorables y los emergentes encarando “reducidos márgenes de maniobra” fiscales.
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En conjunto, Gaspar valoró positivamente los esfuerzos desplegados para amortiguar el impacto económico, pero subrayó que “a medida que la deuda aumenta, los países tendrán que “calibrar las políticas fiscales en función de sus propias circunstancias, incluida la tasa de vacunación y la fuerza de la recuperación”.
Crisis sobre manipulación de datos
Georgieva comentó la auditoría que reveló presiones inapropiadas del Banco Mundial para favorecer a China en un informe sobre clima de negocios cuando la economista búlgara trabajaba allí, y que ha arrojado de nuevo sombras sobre ambos organismos.
“No hay dudas sobre la credibilidad del FMI, de nuestros datos, de nuestras investigación, así que el problema se encuentra al otro lado de la calle”, señaló Georgieva en referencia a la sede del BM, que se encuentra justo en frente del Fondo en el centro de Washington.
El FMI expresó este lunes su “confianza plena” en Georgieva tras una revisión “exhaustiva” de las acusaciones de mala práctica por haber sido parte de estas presiones cuando estaba en el banco en 2017.
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Poco después de conocerse la decisión, la secretaria del Tesoro de EE.UU., Janet Yellen, afirmó en un comunicado que no había motivo para la renuncia de Georgieva, pero advirtió que la auditoría había planteado “preocupaciones legítimas” y que el Fondo y el BM debían tomar medidas para “reforzar su integridad y credibilidad”.
La crisis se desató el pasado 16 de septiembre cuando el bufete de abogados Wilmer Hale divulgó una auditoría interna del BM en la que señalaba que varios altos funcionarios del organismo, entre ellos Georgieva, presionaron entonces desde dentro del organismo de manera “indebida” para mejorar la clasificación de China en su informe periódico “Doing Business”.
El objetivo era mejorar su clasificación en un momento en que el BM buscaba el apoyo de Beijing para incrementar su capital. Como consecuencia de estas acusaciones, el BM ha cancelado la divulgación del informe, una de sus publicaciones más influyentes.