La Fiscalía Nacional Económica presentó un requerimiento contra la empresa de ferries por monopolizar la ruta marítima Puerto Montt-Chacabuco, adquiriendo a su única competencia. Podría convertirse en el primer caso chileno de "Killer Acquisitions", en relación a la teoría de daño específica a las fusiones donde el incumbente “mata” el desarrollo del producto que representa una amenaza.
La Fiscalía Nacional Económica (FNE) presentó este lunes un requerimiento ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) contra la empresa de ferries Navimag, por haber monopolizado la ruta marítima entre Puerto Montt y Chacabuco mediante la adquisición de la única nave de carga que le competía en dicho tramo, afectando la libre competencia en el referido mercado.
En la acusación, Fiscalía pide al Tribunal que aplique a la empresa una multa de $ 641,7 millones a beneficio fiscal (1.000 Unidades Tributarias Anuales, UTA). De la misma forma, también solicitaron que “le exija cumplir con una serie de medidas preventivas, correctivas y prohibitivas respecto de la adquisición de dicha embarcación para contrarrestar su posición monopólica”, destacando algunas como “implementar tarifas competitivas económicamente justificadas y no discriminatorias”, “implementar criterios objetivos de priorización de carga” y “designar y financiar un experto imparcial e independiente, aprobado por la FNE, para que emita un informe anual sobre cumplimiento de estas medidas o las que el TDLC determine”.
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Navimag es una empresa de transporte marítimo local que opera en la zona sur del país desde hace más de 30 años y que, hasta marzo del 2016, cuando la empresa GyT comenzó a ofrecer el servicio con la embarcación Coyhaique, era el único operador que servía la ruta entre Puerto Montt y Chacabuco, principalmente a través de su nave Evangelistas, con dos frecuencias semanales.
De acuerdo a la investigación de la FNE, que se inició a partir de una denuncia, el ingreso de GyT con dos frecuencias semanales también, benefició a los transportistas que utilizaron dicha ruta, mediante el aumento de la oferta disponible, con mejoras en la calidad del servicio y disminución de las tarifas. De acuerdo a la FNE, la reducción de precios atribuible únicamente a la entrada de GyT al mercado fue del orden del 9%.
Sin embargo, y en un acto que la FNE cataloga como “anticompetitivo”, a fines del 2018 Navimag adquirió la embarcación Coyhaique, quedando la ruta bajo su total dominio. Desde la salida de GyT, Navimag ha operado con una sola nave y con sólo dos frecuencias semanales. La FNE también constató que elevó las tarifas al nivel previo al período de competencia con GyT y que redujo la oferta de servicios de transporte marítimo de carga rodada en la ruta.
En el requerimiento, la FNE señala que “la operación de compra de la nave no superaba los umbrales que hacen exigible su notificación (UF 290 mil de ventas individuales y UF 1,8 millón de ventas conjuntas), pero que sí cambió la estructura del mercado, pues se pasó de dos oferentes a uno en dicha ruta marítima”.
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“La FNE tiene atribuciones para investigar ilícitos anticompetitivos derivados de operaciones de concentración, aún cuando los involucrados en éstas no superen los umbrales de ventas que los obliga a notificar”, señaló el Fiscal Nacional Económico, Ricardo Riesco.
Además, Riesco consignó que “en este caso, vimos con claridad cómo la monopolización de un mercado, mediante la adquisición del único competidor, se tradujo en un aumento de precios y en una reducción de la oferta que perjudicó a los usuarios del servicio afectado”.