Angélica Valenzuela, directora comercial de Vinos de Chile, explicó que el país exporta el 76% de todo lo que produce, principalmente a China, Brasil y Estados Unidos, y que el impacto en dichas economías tiene consecuencias directas en el sector.
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La industria del vino en Chile no es ajena a los estragos económicos de la pandemia del coronavirus y, ante la drástica bajada del consumo en China, estima una caída en las exportaciones del 20 % para este año.
“Estimamos que vamos a cerrar 2020 con una caída del 20% en las ventas (en el extranjero), principalmente debido a la gran cantidad de ferias que se han cancelado y al cierre de bares y restaurantes”, dijo a EFE Angélica Valenzuela, directora comercial de Vinos de Chile, la principal organización del sector, con más de 200 bodegas.
Pese a ser un país con gran tradición vinícola, Chile exporta el 76% de todo lo que produce, principalmente a China, Brasil y Estados Unidos, aunque también manda a Europa y Japón, explicó Valenzuela.
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A la espera de los datos de abril, las exportaciones de vino embotellado chileno en marzo disminuyeron un 8,4 % en volumen y un 13,6 % en valor en comparación con el mismo periodo del año anterior, con 3,7 millones de cajas enviadas por 98,1 millones de dólares.
El precio promedio, por su parte, también retrocedió un 5,7% y se situó en US$ 26,5 por caja, según la asociación.
El desplome en China
China, la zona cero de la pandemia, que ya afecta a más de 4,3 millones de personas y ha provocado cerca de 300.000 muertes en todo el mundo, es el mercado más resentido, con una caída del 36 % en volumen de ventas y del 40% en valor respecto del mismo mes de 2019.
El brote de coronavirus coincidió con la celebración del año nuevo chino, que es la época de mayor consumo de vino en el gigante asiático y que este año no se pudo celebrar como de costumbre.
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Además, explicó la ejecutiva, a diferencia de otras culturas, en China la gente no se abasteció de vino durante el confinamiento, pues para ellos el consumo de vino es “ocasional” y generalmente fuera de casa, en celebraciones, cenas oficiales y restaurantes.
“La situación ha mejorado, pero China aún no funciona a pleno rendimiento y no vamos a poder recuperar lo que perdimos en el primer trimestre“, reconoció Valenzuela.
Brasil y EE.UU. se mantienen, pero cae Europa
En Brasil, el segundo destino del vino chileno, el volumen de ventas está subiendo tímidamente porque el cierre de la economía no es total, pero sí está bajando el valor de las mismas “porque los clientes están en búsqueda de productos más baratos”.
“Hay un potencial de crecimiento grandísimo porque el consumo per capita en Brasil es de solo dos litros al año, comparado con los 14 de Chile o los 26 de Argentina“, dijo Valenzuela, que advirtió que la situación en el gigante suramericano puede cambiar en cualquier momento dada la rápida propagación del virus que está sufriendo.
En Estados Unidos, el tercer gran mercado para Chile, las ventas están también más o menos sostenidas porque, aunque el comercio está cerrado en la mayor parte del país, “los americanos tienen esa facilidad para adaptar su consumo a cualquier circunstancia y están comprando mucho para beber en casa”.
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Donde sí se han registrado fuertes caídas ha sido en Holanda y México, donde la depreciación del peso es muy fuerte y tuvo un gran impacto, añadió la ejecutiva.
La industria está tratando de reinventarse a marchas forzadas, potenciando el comercio y las catas online para tratar de compensar el impacto de la cancelación de las ferias internacionales -donde se muestra el producto y se captan nuevos clientes- y el cierre de bares y restaurantes en la mayoría del mundo.
“A esta altura del año nosotros no hablamos de pérdidas, sino de capacidad de adaptación. Creemos firmemente en nuestra capacidad de reinventarnos, como lo hemos hecho en innumerables ocasiones”, afirmó a EFE el gerente comercial de Viña Ventisquero, Juan Ignacio Zúñiga, para quien las exportaciones pueden reactivarse en mayo.
Aunque Valenzuela también se mantiene optimista, advierte de que es posible que algunas pequeñas viñas boutique quiebren: “Esta pandemia nos afecta a todos, pero creo que lo más importante es que tenemos al viticulutor, a las viñas grandes y a las pequeñas de la mano. Como industria vamos a salir fortalecidos”, agregó.