El destacado asesor inmobiliario, Enzo Langer, cuenta sobre los cambios que ha enfrentado el mercado inmobiliario producto de la pandemia del coronavirus, como la integración de la tecnología y las nuevas preferencias de compraventa de inmuebles.
El mercado inmobiliario es una de las áreas productivas más importantes de la economía y, por ende, cuando ocurren cambios significativos -como la crisis sanitaria que vivimos- es una de las que más rápido se resiente.
De esta forma, Enzo Langer, experto del sector inmobiliario, quien menciona distintas tendencias que se han incorporado a raíz de la pandemia entre quienes sueñan con tener una casa propia.
Lee también: Mercado inmobiliario: ¿Cómo llegar a los posibles compradores?
El COVID-19 obligó a las empresas a detener sus obras y buscar nuevas maneras de seguir con los proyectos, pero esta vez de manera online. A su vez, las personas se han visto obligadas a cambiar sus hábitos de consumo y sus preferencias habitacionales.
Muchas inmobiliarias tuvieron que reinventarse y pensar en nuevas estrategias de marketing, en un mercado que se congeló tanto por los confinamientos como por la incertidumbre económica de muchas familias.
Esto abrió la puerta a la incorporación de las nuevas tecnologías, pero también a nuevas tendencias dentro de esta área productiva, que podrían mantenerse a pesar de que ya comienza a ver el fin de la pandemia.
Abrazar la tecnología
Una de las primeras consecuencias de esta nueva etapa en el mercado inmobiliario fue la adopción de tecnologías para mantener el contacto con los clientes.
Con tours virtuales y asesoría online, las empresas han buscado mantenerse. De todas maneras, según cifras de la Cámara de la Construcción de Chile, las ventas en los últimos meses han bajado un 60%.
“Es un fenómeno lógico según el contexto extremo que vivimos. Lo común en el rubro inmobiliario eran las visitas a las salas de venta, las que generaban rápidamente los cierres de negocio. Todo eso debió cambiar hacia lo digital, y hay que reconocer que no estábamos preparados”, enfatiza el experto Enzo Langer.
Lee también: El mercado inmobiliario se reinventa: Lo que buscan los compradores en medio de la pandemia
Además, muchas inmobiliarias no han concretado sus proyectos primero por la inseguridad que provocó la revuelta social en Chile el 2019 y después la pandemia del COVID-19. Esta crisis podría compararse a la ocurrida el 2008 cuando se produjo una burbuja inmobiliaria que terminó con la baja del valor de las propiedades.
Pero los expertos aseguran que esta disminución no podría aplicarse ahora, ya que el valor de los terrenos, sobre todo en la Región Metropolitana, ha ido aumentando. De hecho, el precio de las propiedades en plena pandemia no ha bajado, todo lo contrario, ha ido subiendo.
Vivir en la periferia
Uno de los fenómenos que se está registrando en Chile y a nivel mundial es la búsqueda de proyectos fuera del centro urbano, donde actualmente están los focos de contagios del coronavirus.
En los últimos meses, ha crecido el interés por adquirir propiedades al sur del país como Puerto Varas y Valdivia. En el norte, las más apetecidas con Coquimbo, La Serena y Arica.
Algunas empresas incluso aumentaron las ventas entre un 20% y un 40% en lugares cerca de la cordillera, el mar o el campo.
El teletrabajo y el menor costo de estas viviendas son los principales atractivos de estas familias para escoger propiedades lejos de la capital.
Lee también: Presidente de Socovesa pronostica “guerra de precios” por sobreoferta en mercado inmobiliario
“El coronavirus transmutó la vida familiar. Les dio mucho más relevancia a los espacios con aire libre, lejos del ruido de las grandes ciudades. Esto, adicional a la preocupación por no contagiarse de COVID-19, hizo que nuestros clientes se replantearan sus prioridades, a la hora de buscar el inmueble que necesitaban”, comenta Enzo Langer.
Quienes buscan estas propiedades serían personas adultas mayores que quieren vivir por temporadas en regiones o buscando una mayor tranquilidad o un mejor clima.
Pero matrimonios jóvenes profesionales, de entre 30 y 40 años, también están buscando salir de los centros urbanos. Eso se debería a que específicamente en el sur del país se están generando polos tecnológicos interesantes que atraen a estos jóvenes profesionales y a sus hijos para vivir en estas regiones.
“El mercado inmobiliario tendrá que seguir adaptándose a estos cambios en los flujos de consumo provocados por la pandemia. Abrazar las nuevas tecnologías y desarrollar proyectos fuera del radio urbano será tal vez el nuevo panorama para la industria, que en décadas y crisis anteriores, logró salir adelante a pesar de los problemas”, concluye Enzo Langer.