El gremio también plantea financiar programas especiales de apoyo a segmentos más vulnerables con recursos generales del país. El pronunciamiento ocurre en medio de la tramitación de la reforma previsional, proyecto que el Gobierno espera que sea aprobado por la Cámara de Diputados entre de octubre y diciembre.
Ante el anhelo del Gobierno para que la Cámara de Diputadas y Diputados apruebe la reforma previsional entre octubre y diciembre próximo, la Cámara de Comercio de Santiago (CSS) manifestó su desacuerdo con que el 6% extra de cotización individual sea destinado para seguro social.
Desde el gremio indicaron que, en la actualidad, existe consenso en la necesidad de impulsar una reforma de pensiones que sea beneficiosa para los trabajadores, sin impactar negativamente la formalidad laboral y con un financiamiento responsable como objetivo común.
Este esfuerzo busca principalmente mejorar la tasa de reemplazo, es decir, aumentar el porcentaje que representan las pensiones de vejez en comparación con los ingresos laborales previos a la jubilación.
¿Qué dijo la CCS?
Entre los principales puntos que el gremio revisó de la iniciativa del Gobierno que podrían beneficiar a los pensionados, desde la CCS destacan el aumento de la Pensión Garantizada Universal (PGU) y de la tasa de cotización obligatoria, del histórico 10% a un 16%.
Al respecto, los representantes del comercio plantean que el aumento de 6 puntos porcentuales con cargo a los empleadores no debe ser dirigido hacia un seguro social, sino destinado a la capitalización individual y buscar financiamiento de los programas especiales mediante recursos generales del país.
María Teresa Vial, presidenta de la CCS, explicó que “destinar a un contrato social cualquier aumento en la cotización individual, podría significar un nuevo impuesto al trabajo que podría impactar en las personas”. “Los programas de apoyo a segmentos más vulnerables evitarían distorsiones que pueden anular parte importante de los logros que pretende alcanzar el proyecto de reforma”, agregó.
Por otra parte, la propuesta de elevar la PGU a $250.000 podría llevar las tasas de reemplazo de los segmentos de menores ingresos a superar el 100%, mientras que en los segmentos medios seguirían estando lejos de esos niveles. Esto plantea la necesidad de reevaluar la distribución de los esfuerzos adicionales y proteger la propiedad individual de los seis puntos adicionales de cotización que contempla la reforma.
Otro punto crítico para abordar son las lagunas previsionales que reducen significativamente las pensiones. En este sentido, las propuestas de apoyo al ahorro durante períodos de desempleo son dignas de consideración, dice el gremio.
En última instancia, desde la CCS argumentan que la actual edad de jubilación limita el ahorro efectivo durante la vida laboral y afecta especialmente a las tasas de reemplazo de las mujeres, que se retiran del mercado laboral cinco años antes que los hombres, obteniendo pensiones considerablemente más bajas.
Vial “insta a abordar este tema para mejorar la equidad de género en el acceso a pensiones dignas, así como a reconsiderar la edad de jubilación de 65 años en un contexto en el que la expectativa de vida y los años de retiro continúan aumentando”.
Finalmente, la CCS considera que, si se logra implementar un conjunto coherente de reformas en los ámbitos mencionados, el sistema de pensiones chileno podría dar un salto significativo en la mejora de las condiciones de jubilación para todos sus trabajadores.