La crisis económica generada por el COVID-19 aceleró procesos que se veían a lo lejos y ahora son una realidad. El teletrabajo y los servicios de delivery son sólo algunas de las consecuencias que moldean el presente de los trabajadores en Chile y el resto del planeta.
Las consecuencias económicas de la pandemia de coronavirus están lejos de resumirse únicamente en las miles de familias que han visto disminuido sus ingresos y que han debido consumir hasta sus últimos ahorros. También ha acelerado ciertos procesos que se veían en el horizonte y hoy son una realidad.
“Cuando hablamos del futuro del trabajo, que suponía automatización, flexibilización, teletrabajo… el futuro del trabajo llegó”, declaró Alejandra Krauss, ex ministra del Trabajo.
Joseph Ramos, académico de la Facultad de Economía y Negocios de la U. de Chile, profundiza que “entiendo que el 25% de la fuerza de trabajo lo hace desde su casa y los resultados en general han sido bastante positivos. Obviamente se tiene que perfeccionar, pero era una tendencia que se hablaba, pero iba a velocidad glacial”.
Actualmente el teletrabajo tiene sus fans, pero también sus detractores. “Los trabajadores en sus casas están trabajando muchísimo más y los niños no saben si el papá que está sentado ahí es papá o trabajador“, apuntó Krauss.
Lee también: Daniel Matamala: “Las compañías tecnológicas dibujan una economía del futuro en que trabajadores son un factor cada vez menos relevante”
El nuevo mercado laboral chileno también incluye una explosión del comercio electrónico creando la llamada “uberización” del empleo.
“Vamos a tener que preocuparnos del punto de vista legal, el estatus de los trabajadores nuevos que están ahí. Si son socios, que calidad tienen, qué derechos tienen”, adelantó Víctor Salas, economista y académico de la Usach.
La contracara de las nuevas tecnologías es la eventual disminución de demanda de trabajadores humanos. Convivir con un robot parecía posible solo en la ficción. ahora tenemos hasta un Wally chileno en la Universidad Católica: una máquina automatizada que opera y se mueve en túneles mineros.
Miguel Torres, académico de Ingeniería de la Universidad Católica, dice que “va abrir nuevas oportunidades de profesiones nuevas y de otros trabajadores que van a ir desapareciendo, cuando uno ve en los supermercados que hay más cajas que son de autoatención es algo que nos tiene que hacer pensar que hay tareas repetitivas que van a ser remplazadas porque son tareas que involucran baja creatividad“.
Lee también: 360°: El Modelo en Debate, capítulo 10: El futuro del trabajo
Ramos expresó una opinión similar: “El avance tecnológico destruye trabajo, pero también crea trabajos. En la medida que abaratan costos de mano de obra, eso quiere decir que me queda más plata para gastar en otras cosas y yo genero empleo en esas otras cosas y compro gracias al ahorro”.
Desafíos que planeta la robotización que requerirá, dicen los expertos, más capacitación de trabajadores, ya que los avances son en múltiples áreas y avanzan a pasos agigantados.