El peligro de bajar armas 3D
Por Nicolás Copano
01.08.2018 / 20:30
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Ahora los estadounidenses pueden publicar en línea planos de armas imprimibles en 3D. La medida enciende las alarmas porque se podrán fabricar armas sin que haya registros.
En Estados Unidos, hay una fuerte polémica en torno a la posibilidad de descargar las armas. No. No estoy hablando de quitarle una bala a una pistola. No se trata de ese «descargar». Se trata de la posibilidad de poder bajar de internet los planos de un arma y poder replicar esa arma por medio de una impresora 3D.
¿Qué sucedió ahora?
Ocho fiscales generales de Estados Unidos presentaron este fin de semana una demanda en una Corte Federal del estado de Washington. El propósito de esta demanda es detener el acceso de cualquier ciudadano a planos que le permitan imprimir un arma en tres dimensiones, que sea perfectamente funcional. Dicho en simple, hacer una pistola hechiza en tu casa.
¿Quiénes están detrás de estas pistolas hechizas?
Se trata de la organización Defense Distributed. Ellos están enfocados en diseñar, investigar y desarrollar armas de producción doméstica. En 2013, diseñaron y liberaron los planos de Liberator, la primera arma imprimible en tres dimensiones. Se presentan públicamente como promotores de la defensa privada para el interés público.
¿Con qué apoyos cuenta esta organización para desarrollar su trabajo?
Los más importantes son dos.
Primero, tiene el aval de la Constitución de Estados Unidos. La segunda enmienda a la Constitución, del año 1791, autoriza el derecho de cualquier ciudadano de poseer y portar un arma.
Segundo, el gobierno de Donald Trump. El departamento de justicia del país determinó que era legal compartir en internet los planos de modelos de armas en tres dimensiones. Esta autorización habría entrado en funciones el día de hoy.
¿Pero qué pasó entre medio?
Los ocho fiscales que señalé anteriormente presentaron una demanda ante una de las 94 cortes federales del país. Estas cortes son instancias locales que permiten determinar reglas urgentes con alcance nacional.
El juez Robert Lasnik determinó una orden de no innovar (lo que en Estados Unidos se llama «restraining order»). Con esta orden, se suspende temporalmente la libre distribución de los planos de armas.
¿Por qué esto es una amenaza?
Porque se genera la instancia de fabricar armas sin que haya registros. No va a existir una contabilidad sobre la fabricación de armas ni tampoco se va a poder saber cuántas personas tienen un arma. Puedes tener un arsenal de pistolas hechizas sin que hayas informado de esto a ninguna autoridad. Y esto será totalmente legal.
Esto deja absolutamente fuera de juego cualquier posibilidad de control de armas. Y, asimismo, volverá cada vez más difícil la posibilidad de contener en el futuro las matanzas seriales que periódicamente nos entera Estados Unidos.
Este es el estado de nuestra civilización.