Este fin de semana se lleva a cabo la junta nacional de la Democracia Cristiana y todos los ojos estarán puestos en las definiciones del partido en una semana de quiebres definitivos.
En lo interno, la candidatura del diputado Ricardo Rincón y cuánto daño puede causar a la imagen de la candidata, Carolina Goic, si es que esta se ratifica, pese a la oposición de la hasta ahora también presidenta del partido, que -por otra parte- también buscará despejar, definitivamente, los rumores de una eventual bajada.
Del mismo modo en lo externo; luego del fracaso al intentar formar acuerdos parlamentarios con sus antiguos socios en la Nueva Mayoría.
Sí, antiguos socios porque aunque ya venía muy enferma la Nueva Mayoría desde que la DC decidió no ir a primarias, hoy la propia Carolina Goic le dio 8 meses de vida y como un pacto instrumental hasta que termine el Gobierno.
A partir de mañana, tras el Consejo Nacional la falange buscará nuevos socios para articular un bloque de centro mientras mantiene con respiración artificial su compromiso con la coalición de gobierno, a menos que alguien o algo decida desconectarlo para darle cristiana sepultura.
Experto en política estadounidense y ex subsecretario de Asuntos Hemisféricos de EE.UU., el cientista político chileno analiza las elecciones presidenciales y su impacto en la relación de EE.UU. con América Latina.