Dos semanas después de su visita a Chile, y en un giro tan inesperado como importante, el Papa Francisco decidió dar un vuelco en el caso del Obispo de Osorno Juan Barros.
El Pontífice enviará al Arzobispo Charles Scicluna a nuestro país con la misión de escuchar a las víctimas de Fernando Karadima que acusan de encubrimiento al Obispo osornino.
Scicluna es alto funcionario de la Congregación para la Doctrina de la Fe y se convirtió en uno de los mayores expertos en delitos sexuales al interior de la Iglesia, indagando más de 3.000 denuncias durante la década pasada.
La causa más importante, encomendada por el Papa Benedicto dieciséis, en contra de Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo y culpable de decenas de casos de abuso sexual.
De ahí su fama de ser un hombre implacable en estas investigaciones. De hecho, jugó un rol clave en la condena eclesiástica sobre Fernando Karadima.
Por eso sorprende lo resuelto por el Papa, luego de su respaldo público a Barros en Chile y tras asegurar que “no había evidencia” para acusar a Barros, que todo eran “calumnias. Ahora el Vaticano hace referencia a “antecedentes recientes” para explicar la decisión, que son los que vendrá a recopilar el Arzobispo.
Será Scicluna quien resolverá si son suficientes para abrir una investigación canónica en contra de Juan Barros. Habrá que esperar esa decisión para saber cuál es, realmente, el alcance que tendrá este nuevo giro del Papa Francisco.
Las actividades están enmarcadas en el lema "Salgamos a jugar", por lo que el énfasis estará en los juegos tradicionales y la "transmisión intergeneracional de la riqueza cultural". La jornada se realizará en 16 regiones del país.