Una vez más, Evo Morales se convierte en parte de la agenda política chilena.
Ahora no por iniciativa propia – 12 de sus últimos 20 tuits hablan de Chile- sino por gentileza de uno de nuestros candidatos presidenciales.
Marco Enríquez-Ominami visitó al presidente boliviano para plantear una negociación directa por mar a cambio del retiro de las demandas cruzadas interpuestas por La Paz y Santiago ante La Haya.
Con eso logró un objetivo. Por primera vez en esta campaña, MEO lidera la agenda y hace noticia por algo que no sean sus problemas judiciales.
Pero lo hace con una propuesta tremendamente impopular entre los chilenos, y enfrentando cuestionamientos transversales ,desde Piñera que lo acusó de «comprometer la unidad» del país a Beatriz Sánchez que lo tachó de «irresponsable».
Enríquez-Ominami ha hecho una apuesta muy arriesgada. Algo que tiene sentido, considerando que a estas alturas tiene poco, casi nada, que perder.
Este nuevo proceso electoral está programado para concluir a las 18:00 horas, momento en el que el Servicio Electoral comenzará a entregar los resultados de las votaciones.