El terror nuevamente ha golpeado a una gran ciudad europea.
Esta vez es Manchester, uno de los polos industriales y artísticos de Gran Bretaña.
La información aún es confusa, pero ya sabemos que al menos una gran explosión se produjo en las afueras del Manchester Arena, cuando terminaba un concierto de Ariana Grande, provocando el caos en el recinto con capacidad para 21 mil personas, las calles adyacentes y la estación Victoria del metro.
Lo más dramático es que gran parte de los asistentes eran menores de edad; adolescentes y también muchos niños estaban dentro de los potenciales blancos de lo que la policía está investigando como un atentado terrorista.
Manchester parece sumarse así a un largo listado: Madrid, Londres, Bruselas, Lyon, Paris, en que el terror ha buscado maximizar el número de víctimas atacando en el transporte público, en aglomeraciones de personas en la calle o en eventos masivos, como ocurrió en Paris con la masacre de Bataclan, donde 137 personas murieron en un ataque durante un concierto de rock, junto a otras locaciones de la capital francesa.
También se repite la constante de orquestar atentados durante campañas electorales. El Reino Unido está a sólo 17 días de unos comicios en que la primera ministra conservadora corre con ventaja.
Cuando aún la información es confusa sobre lo que ha ocurrido en Manchester, una vez más la violencia indiscriminada contra civiles en su vida cotidiana estremece y horroriza al mundo.
desde la cúpula comunista, acusaron a la gestión del nuevo alcalde de Santiago, Mario Desbordes de "detener y afectar" el permiso para la realización del evento que estaba programado para el 4 y 5 de enero de 2025 en el Parque O'Higgins.