Pocas veces una designación de intendentes había causado tanto revuelo en los partidos políticos. Es que en 2020 será la primera elección de autoridades regionales, y los designados hoy quedan en pole position para esa carrera.
El Pdte Piñera intentó respetar los equilibrios políticos, como dicen los partidarios, o cuoteos, como los llaman los contrarios: 5 UDI, 5 RN, 2 Evópoli y 4 independientes. Pero sólo la UDI quedó satisfecha.
Y para el cargo más apetecido, fue salomónico. Ninguno de los partidos se quedó con la intendencia metropolitana; el codiciado edificio desde el que se mira La Moneda será liderado por la independiente Karla Rubilar.
Mucho más polémica fue la nominación de Jorge Ulloa en el Biobío. El nuevo intendente califica al general Pinochet como «un gran chileno», y niega que los presos de Punta Peuco sean delincuentes.
Incluso en su última entrevista, el ex jefe de la Dina Manuel Contreras dijo que Ulloa era el único político que lo visitaba en la cárcel mientras cumplía condena por delitos de lesa humanidad.
Un perfil que contrasta con otras designaciones en que se privilegió el perfil de gestión y político de quienes serán el brazo del gobierno en las regiones del país.
Experto en política estadounidense y ex subsecretario de Asuntos Hemisféricos de EE.UU., el cientista político chileno analiza las elecciones presidenciales y su impacto en la relación de EE.UU. con América Latina.