Siguen las tomas feministas en Chile.
Una rebeldía necesaria. Se esperaba hace mucho, pero no se sabía cómo ni cuándo llegaría. Mujeres en Chile y el mundo han decidido decir basta a los abusos, la violencia y las diferencias basadas en el género. Como todos los verdaderos grandes cambios sociales, no piden permiso ni se anuncian, sino que se conquistan con acciones. Con pequeños pero decididos gestos de “no más”.
Por eso las marchas, por eso las tomas de universidades y colegios.
Aunque son importantes los cambios legislativos, la igualdad de sueldos, las cuotas parlamentarias, y los instructivos para evitar acosos, ahora de alguna manera pasan a un segundo plano. Es cierto, las grandes políticas son necesarias. Pero eso puede tomar tiempo… lo inmediato es la luz roja, el alto definitivo que se puede y debe poner cada día a toda discriminación. El camino nunca ha sido fácil, pero está en marcha.
Por eso, las tomas feministas y marchas no son sólo capricho. Son la manifestación de un cambio cultural que llegó con voz fuerte, porque para todos, pero sobre todo para muchas mujeres, cuando la desigualdad se ha convertido en norma, cada pequeña pero incesante rebelión es un aporte.
Experto en política estadounidense y ex subsecretario de Asuntos Hemisféricos de EE.UU., el cientista político chileno analiza las elecciones presidenciales y su impacto en la relación de EE.UU. con América Latina.
