Ha llegado carta. ¿Para quién? Para la directiva del PS. ¿El remitente? Los miembros de la Comisión de Patrimonio.
La misiva reprocha duramente a los militantes que sabían o debían saber del destino de las inversiones y que frente al escándalo emitieron declaraciones que califican como ” balbuceantes y oportunistas”.
Pueden tener un punto. Porque el ex Presidente del Partido Socialista Osvaldo Andrade, reconoce que cuando supo pidió que se eliminara a SQMN de la cartera de inversiones.
Pero no es lo único. Los miembro de la comisión de patrimonio defiende a rajatabla su actuar, lo califican de “admirable” por su eficiencia.
Y argumentan que así ellos pudieron decir “chao jefe” a eventuales donantes.
Se defienden diciendo que sólo el 2013 se supo de qué empresas financiaba irregularmente la política. Pero ésa no es la única crítica.
Olvidan las compañías reguladas o aquellas sobre las cuales las autoridades del partido deberían decidir. Y claro, olvidan quien controla SQM.
Que ahora unos miren para el lado, sorprende, pero no más que otros todavía se sigan defendiendo que la colectividad de tantos torturados, exiliados y detenidos desaparecidos durante la dictadura hayan invertido en la empresa del ex yerno de Pinochet.
La defensa del mandatario aseguró que él fue víctima de acoso sistemático por parte de la mujer que, 10 años después de enviados los mensajes, presentó la denuncia en su contra.