Terminó el plazo para el refichaje de los partidos políticos y la mayoría de las colectividades tradicionales celebran ahora haber alcanzado los 18 mil militantes necesarios, constituirse a nivel nacional, en 8 regiones discontinuas o al menos en 3 contiguas, lo que les permite legalizarse, recibir financiamiento del Estado y presentar candidatos presidenciales.
Atrás quedan en medio de los festejos con banderas al viento, las duras críticas que recibió el Servel para flexibilizar el sistema -a lo que cedió- postergar la fecha de reinscripción con una ley corta e incluso voces que pedían terminar con su autonomía.
Es cierto, el refichaje transparenta el padrón electoral y lo lleva a una realidad lejana a los más de 100 mil militantes que exhibían algunos partidos en los registros históricos, pero también, aunque bajo presión, obligó a las colectividades nuevas y antiguas a conectarse con su electorado; pre requisito para intentar retomar la confianza de la ciudadanía en el sistema político, clave para el funcionamiento de cualquier democracia.
La defensa del mandatario aseguró que él fue víctima de acoso sistemático por parte de la mujer que, 10 años después de enviados los mensajes, presentó la denuncia en su contra.