“Solo seré candidato por Atacama y debo honrar ese compromiso”, decía este fin de semana José Miguel Insulza. Desde anoche, es candidato por Arica.
“Ya no soy piñerista y estoy jugado por Ciudadanos”, posteaba anoche Luis Larraín. Horas después, apareció inscrito como independiente en el pacto Chile Vamos, de Piñera.
No era culpa del binominal: en la primera inscripción de listas con el nuevo sistema se repitió el turismo electoral de quienes pasan sin más de una región a otra y también el turismo político de quienes se cambian de pacto como quien se cambia de camisa.
Prácticas desalentadoras para los ciudadanos ya acostumbrados a que políticos rompan promesas que parecían inmutables a cambio de un cupo protegido o de una menor competencia.
Cerramos con una cita: “Debemos respetar siempre, y hoy más que nunca, la palabra empeñada, si no queremos que nuestra profesión se desprestigie cada vez más”. Lo dijo, hace 3 días, José Miguel Insulza.
La defensa del mandatario aseguró que él fue víctima de acoso sistemático por parte de la mujer que, 10 años después de enviados los mensajes, presentó la denuncia en su contra.