Algunos proponen revertir el tipo de sufragio pese a que se instauró en 2012.
Deber o derecho. A medida que se acerca una nueva elección se repone el debate sobre si el voto debe o no volver a ser obligatorio. Y ése es un debate válido en el que ambas posiciones tiene argumentos interesantes e importantes de analizar.
Pero lo que resulta difícil de entender que habiendo cambiado recién en 2012 el sistema de sufragio a uno voluntario y con inscripción automática haya quienes desde hace algún tempo insisten en un retorno a la obligatoriedad.
Es cierto que con el nuevo sistema la abstención ha llegado al 60%, pero es difícil asegurar que la voluntariedad sea la única razón de la apatía. Antes que pensar en modificaciones debería intentarse que sufragar sea más fácil: transporte público gratis el día de la elección, más locales de votación, posibilidad de que las familias sufraguen en el mismo lugar.
Voto anticipado por correo en EEUU y tal vez un día electrónico. Eso sin dejar de lado incentivos a los ciudadanos y que los políticos ajusten la manera de hacer campaña a las nuevas normas. De paso que también ajusten sus actitudes. Porque mucho más desincentivo para votar es tener entre los políticos a no pocos que no honran su cargo.
Hacer una política que convoque, es también un deber de quienes aspiran a tener el honor de representar a los chilenos.
Las autoridades advierten que el número de fallecidos podría aumentar, dado que aún hay muchas personas desaparecidas y las condiciones complicadas para la búsqueda.