Paloma Ávila, directora de CNN Futuro, es premiada por el Colegio de Ingenieros por su aporte al desarrollo del país
La periodista fue galardonada por haber dejado huella en la ingeniería y en el desarrollo del país.
"Es bueno preguntarse si queremos fomentar este tipo de asociaciones, cómo protegerlas y también si todas las que tienen el nombre de cooperativa efectivamente cumplen, en la práctica y no sólo en el nombre, con ser instancias horizontales y democráticas", dijo el conductor de 360°.
Uno de los puntos más interesantes de la disputa económica, judicial y mediática de la llamada Guerra de la Leche es poner el ojo en las cooperativas y su potencial en Chile.
Porque ojo, en países desarrollados, las cooperativas y mutuales son una fuerza respetable. Solo las 300 más grandes facturan sobre los 2 mil millones de dólares al año. En Finlandia dominan la producción de alimentos. En Noruega y Polonia, la industria láctea. En Corea, la pesca. En Bélgica son un fuerte poder en el mercado farmacéutico.
Es que esos y otros países reconocen la importancia de fomentar asociaciones más democráticas, que tienden a distribuir el poder económico y mantener una clase media de propietarios con voz y voto sobre el curso de la economía. En un mundo de globalización y concentración, las cooperativas aparecen como un contrapeso cada vez más indispensable.
En Chile, las cooperativas tienen 131 años de historia y suman 1 millón 748 mil socios, con 952 cooperativas activas y un dato sugerente: las mujeres son mayoría, representando el 52% de los asociados.
Pero están amenazadas, como lo demostró el caso de Pisco Control, que ahora pasó a ser una proveedora del grupo Luksic. Es bueno preguntarse si queremos fomentar este tipo de asociaciones, cómo protegerlas y también si todas las que tienen el nombre de cooperativa efectivamente cumplen, en la práctica y no sólo en el nombre, con ser instancias horizontales y democráticas.
La periodista fue galardonada por haber dejado huella en la ingeniería y en el desarrollo del país.