Independiente pero dentro de la lista de Chile Vamos, el candidato por el distrito 11 busca aportar al debate desde los intereses presentes y futuros del país, tales como el acceso a Internet de calidad o el avanzar a energías como el hidrógeno verde.
Andrés Carey (38) es abogado. Tras su paso por la Universidad Católica y realizar un master en Derecho Corporativo en Nueva York, trabajó en estudios jurídicos tanto en Chile como en Estados Unidos.
Ya habiendo ejercido el derecho tradicional durante aproximadamente ocho años, decidió abocarse a otra área: la tecnología. Sin dejar de lado sus conocimientos en temas legales, desarrolló Script, plataforma que ayuda a generar contratos de manera rápida.
Hoy es candidato a la Convención Constitucional por el distrito 11, que abarca las comunas de La Reina, Las Condes, Lo Barnechea, Vitacura y Peñalolén. Lo hace como independiente, pero con un cupo por Renovación Nacional en la lista Vamos Por Chile.
Algunos temas que espera posicionar en el debate de esta nueva Constitución son el acceso a Internet de calidad en todo el territorio nacional, el apostar fuertemente por las energías limpias como el hidrógeno verde y reforzar el combate a la corrupción mediante un organismo autónomo.
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Sumarse a la revolución digital
En conversación con CNN Chile, Andrés cuenta que le “cambió la vida” la aceptación de su postulación a la Singularity University, en Silicon Valley. Allí pudo ver una imagen previa del mundo en los próximos 20 años en relación a la tecnología, Inteligencia Artificial, energías limpias y más.
“Cuando volví me dije que tenía que meterme a algo tecnológico. Siempre he sido un amante de la tecnología. Me encanta Steve Jobs. Me gusta mucho Elon Musk, que de hecho está con su empresa Starlink buscando operar satélites para dar Internet a todos los habitantes en Chile“, comenta el candidato a la Convención.
Ver que la digitalización era un hecho presente y no futuro lo llevó a trabajar en Script, que es su principal proyecto hasta que desde Chile Vamos lo contactaron. “Siempre he querido ayudar y encontré que era un bonito desafío. Mi función principal en mi candidatura y en el futuro como eventual constituyente es un visión de futuro. Quiero generar una instancia donde no sólo hablemos de los problemas del presente, sino que tratemos de hacer un ejercicio de mirar hacia delante“.
En esa línea, señala que en una nueva carta magna debiera hablarse del “derecho a acceso a Internet de calidad”. “Esto debiera ser un derecho social. (…) Porque, ¿qué es Internet? Es acceso a información. Una de las cosas que genera desigualdad en las sociedades es que algunas personas tienen acceso a información y otras no. Cuando eso sucede, la actual brecha social, que ya es grande, se puede terminar incrementando aún más”, afirma Carey.
Por ello, así como se discutirá sobre educación, salud, vivienda y pensiones, señala que es clave dar espacio al debate sobre el acceso a Internet, uno que, asegura, se entrelaza con todos los otros derechos sociales.
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Otra de sus ideas fuerza para la nueva Constitución es el avanzar hacia las energías limpias. No sólo por un tema medioambiental, que ya en sí mismo reconoce como un problema grave, sino también porque podemos pasar de ser un país importador de energías contaminantes a ser productor e incluso exportador de energías renovables y sustentables. Y en esto, el hidrógeno verde es clave.
“Eso debiera estar dentro de la nueva Constitución, por ejemplo, de la manera ‘es deber del Estado propender a la rápida transición de energías fósiles a energías limpias’, porque eso es un mandato positivo. Decirle al Estado ‘dentro de lo posible, apúrese’. Y el día de mañana, si algún gobierno de turno quisiera reabrir un yacimiento de carbón, sería inconstitucional”, afirma.
En ese sentido, el hidrógeno verde aparece como una gran alternativa: “Este hidrógeno lo puedes meter exactamente a tu auto como si fuera combustible. Y tiene dos beneficios grandes: vamos a ser un país que en vez de importar vamos a ser nuestros propios productores, y también podremos exportar. Y segundo, si hoy le echas bencina a tu automóvil y aprietas el acelerador, lo que sale por el tubo de escape es CO2, que es contaminante. El día de mañana, cuando le pongas hidrógeno, lo que saldrá es vapor de agua, entonces además ayudamos a combatir calentamiento global”.
“Se va a crear en Chile una industria gigantesca y para eso tenemos que informar y ayudar a capacitar a los chilenos para que puedan, a través de sus propias pymes, ser las que construyan esta nueva industria. Entonces, ahí tenemos beneficios que se tocan por todas partes y que pueden cambiar la cara de Chile“, asegura el candidato.
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Candidatura por Chile Vamos
Andrés vive en el distrito 11, algo que asegura es fundamental para quien postula por un territorio en particular. Reconoce que es uno de los distritos que atrae la atención pública y que tiene mucha diversidad. Dos meses antes del plebiscito, Chile Vamos lo contactó conociendo su profesión de abogado y le abrieron un cupo por Renovación Nacional, uniéndose a la lista final con Marcela Cubillos (IND), Hernán Larraín (EVO), Pauline Kantor (EVO), Verónica Campino (IND), Bernardo Fontaine (IND) y Constanza Hube (UDI).
“Es una muy buena forma de postular representando al distrito en que uno siempre ha vivido. Y en eso consiste el proceso que estamos haciendo, que se presenten personas de los distintos distritos y que sean personas que conocen los intereses o las peticiones de las personas de cada uno de los distritos. Así, en la Convención tendremos voces de los distintos distritos y va a permitir que con respeto y tolerancia hagamos una Constitución que quede bien hecha y represente a todo Chile”, afirma Andrés.
Además, asume el rol de candidato luego de ver que con cerca de un 80% de las preferencias la ciudadanía optó por el Apruebo y una convención 100% electa. Por ello, indica, el no haber estado en política ni haber militado a ningún partido político es una credencial que destaca.
Y si bien el distrito 11 tiene a tres de las cinco comunas del país donde ganó la opción Rechazo, no lo ve como una carga o un problema: “El plebiscito fue un proceso democrático que funcionó muy bien, donde habían dos opciones y era legítimo votar por una opción u otra. De eso se trata la democracia. Y el pueblo chileno salió a votar y ganó mayoritariamente el Apruebo, y en democracia hay que respetarlo. De ahí en adelante, comienza un proceso nuevo“.