La académica mapuche y candidata a la CC vía escaños reservados busca reivindicar la lingüística y los símbolos de su pueblo mediante un Estado plurinacional ratificado en la Carta Magna. En entrevista con CNN Chile, asegura que su participación en esta instancia apunta a "una forma de convivencia con la sociedad no indígena, una solución política del conflicto".
Elisa Loncon Antileo, académica mapuche, especialista en mapudungun y educación cultural bilingüe, es candidata constituyente independiente por un escaño reservado del pueblo mapuche. En conversación con CNN Chile, dio a conocer sus principales lineamientos para la redacción de la nueva Constitución.
Elisa nació en una comunidad de la comuna de Traiguén, al interior del Wallmapu. Posteriormente, inició su formación profesional de Pedagogía en Inglés en la Universidad de la Frontera de Temuco, mismo periodo en que fue parte del grupo de teatro AdMapu. Luego participó del Consejo de Todas las Tierras, que derivó en la creación de la Wenufoye, bandera mapuche que fue enarbolada por miles en el estallido social.
Dentro de sus principales propuestas, la candidata alude a la necesidad de establecer un Estado plurinacional, que permita la representación mapuche -y de pueblos originarios en general- en el poder legislativo, ministerios y gobiernos regionales. A ello se suma el derecho a la autonomía y a la tierra; el derecho lingüístico y educativo de reconocer las lenguas indígenas de forma oficial, entre otros planteamientos.
Reivindicación académica
Bajo su perspectiva como académica reconocida en el mundo del lenguaje, Loncon señala que desde la comunidad mapuche “hay una reivindicación bien importante de los hablantes, de los historiadores, de los poetas, que son personas que han logrado insertarse en el mundo de la sociedad occidental”.
Sin embargo, “la reivindicación más fuerte es que lo que se haga tenga que tener el sello intercultural por un lado, pero también que esté contextualizado en la cultura”. Un sello que los diferencia de los académicos en sí, ya que estas “son personas que han sido criadas en el sistema occidental escolar”. Al contrario de quienes han crecido en comunidades originarias, ya que sus bases están dadas por el sistema tradicional de sus raíces.
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“Yo personalmente hablo mapudungun, crecí en una comunidad, tengo prácticas ancestrales. Entonces conocemos los dos mundos y no queremos dejar de ser mapuche. Y para eso necesitamos reivindicar la lengua, la cultura“, explica.
“Esa reivindicación está presente y nos gustaría proyectarla para el futuro en términos institucionales. O sea, tener programas universitarios interculturales, donde podamos nosotros desarrollar la filosofía, la ciencia, el periodismo bilingüe (…). Sería muy importante para nuestro pueblo, porque le daría un uso funcional a la lengua más allá de la casa“, destaca Loncon.
Estado plurinacional
“La Constitución, con un Estado plurinacional, tiene que ser creada a partir de la comprensión entre las diferentes naciones que integramos este país“, asegura Elisa Loncon respecto de los pueblos originarios que componen a Chile.
En palabras concisas, la candidata explica que aquellos derechos que tiene Chile como nación, deben tenerlos también los pueblos indígenas, tal como los derechos al territorio, a la autonomía, a la lengua, la autodeterminación y la cultura.
“Eso no implica que pongamos fronteras, sino un sistema moderno de convivencia con el Estado dentro de regiones que tienen niveles de autonomía. Un modelo como España, que tiene regiones autónomas como Cataluña, los vascos y los gallegos”.
“Esa madre patria que tanto se reivindica a veces, ha enseñado una convivencia con la autonomía de pueblos diferentes (…), y así debiera ser, otorgando niveles de autonomía a los pueblos originarios. Eso implica reconocer un territorio, un espacio político, la institucionalización de la política para decidir su futuro. Porque si no decidimos nosotros el futuro, sigue siendo un Estado colonial”, explica. “Quién más puede decidir por nosotros, sino nosotros en términos concretos”.
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“Si lo ves desde el punto de vista lingüístico, queremos que todos nuestros niños aprendan la lengua originaria, pero eso lo tiene que votar un parlamento donde no hay ningún hablante. Entonces cómo van a defender nuestros derechos si en realidad a ellos no le corresponde, no lo han vivido, no lo conocen“, ejemplifica la candidata.
Al mismo tiempo, mediante la Carta Magna espera que se pueda dejar consignado el mapudungun como un lenguaje realmente reconocido, ya que “el mismo idioma es un derecho colectivo que es importante para las comunidades, para su memoria, para el conocimiento mismo”.
“Hoy día hay un programa de educación intercultural bilingüe, pero es solamente un barniz que lo usa el gobierno para decir que tenemos reconocimiento de la lengua. En el fondo, ni siquiera hoy día es una asignatura obligatoria”, indica.
“Hay una reducción del reconocimiento del derecho de los pueblos, y eso es simplemente opresión máxima”, dice.
El rol de la nueva Constitución
Constantemente, y desde hace décadas, se consignan hechos de violencia en La Araucanía, motivando la visita de ministros y la promulgación de leyes que apuntan a resolver el problema, tal como se ha observado durante las últimas semanas.
Sin embargo, Loncon plantea que en la zona “existen diferentes actores que están vinculados a la violencia, partiendo por Carabineros”. A dicha institución, según la candidata, se suman otros dos actores que forman parte de estos sucesos que erróneamente se asociarían a los mapuche.
“Hace poco se empezaron a dar a conocer los problemas de personas que tenían el robo de madera y no son indígenas (los responsables), son externos a los pueblos indígenas que se dedican al tráfico de la madera (…), ese es otro actor que está produciendo violencia“, asegura.
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“Los otros actores son la derecha dura, que está armada, y que tiene su interés económico en los territorios mapuche”, añade.
“Ocurre un acto de violencia e inmediatamente la prensa y el gobierno van a culpar al pueblo mapuche. Pero no se investigan los sectores policiales, a la derecha, ni a los que roban la madera. Y eso a ellos les conviene, porque les permite llevar a cabo sus propósitos. No ha habido justicia, la ley no ha sido justa y discrimina a los pueblos originarios, y los otros siguen cometiendo sus malas acciones“, explica Loncon.
Frente a este escenario, la candidata asegura que “nosotros con la nueva Constitución, y con nuestra participación en su escritura, dejamos en constancia que queremos una forma de convivencia con la sociedad no indígena, una solución política del conflicto”.
Bandera como símbolo de lucha
Finalmente, la candidata constituyente, en su rol en la creación de la Wenufoye, analiza el uso de este elemento simbólico durante la crisis social desatada en octubre de 2019 y los meses posteriores.
Según considera, el uso de esta bandera “se debe a la comprensión intercultural de la lucha de los sectores originarios. Chile se ha sentido oprimido por las políticas neoliberales. Más allá de los mapuche y de los indígenas, la opresión también le ha caído a los chilenos. Una opresión que ha sacrificado la situación educativa, los sistemas médicos y la cuestión económica”.
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Por ello, “a través de la bandera y de esa comprensión intercultural de la lucha, llevó al pueblo de Chile a identificarse con la bandera y a asumirla como un símbolo de lucha contra ese sistema que está maltratando a la ciudadanía“.
“Este problema de violencia estatal que se instaló para los pueblos originarios, lo vivieron los chilenos”, añade. Pero al mismo hace hincapié en esa violencia que dejó consecuencias evidentes, asegurando que “no puede ser que más de 500 personas estén hoy día dañadas con mutilaciones oculares. No hay ningún régimen, ninguna dictadura, que se haya dedicado a sacarle los ojos a sus ciudadanos como ha ocurrido en Chile en este tiempo que se le denomina democrático”, sentencia.