Para lograr este valioso avance, hubo que hipotecar una casa y apelar al "cariño" de los familiares de los desarrolladores, para lograr financiar este sueño que entrega soluciones tecnológicas a personas con movilidad reducida. "Una persona no está hecha para estar sentada, lo primero que hace un bebé es intentar pararse", dice una de las primeras beneficiadas.
Recorrer estos pasillos es para Juan Pablo retroceder 10 años. En esta sala, junto a otros dos amigos, pasó gran parte del tiempo que duró su voluntariado en la Teletón. Estar aquí no sólo lo marcó profesionalmente como kinesiólogo, sino también lo motivó a ponerse en los zapatos, o más bien en las ruedas, de quienes viven con discapacidad.
“Acá en el voluntariado aprendimos primero a agacharse para hablar con personas en silla de ruedas. Pero mucha gente no lo hacía y pensamos en que ellos tenían que ponerse de pie”, cuenta Juan Pablo Rodríguez, gerente general de Kirón Store, empresa de salud, enfocada en desarrollar artículos médicos y productos hospitalarios a través de la investigación, desarrollo e innovación.
Inicialmente creada por un grupo de amigos de la universidad, Kiron Store está compuesto por kinesiólogos, ingenieros y neurocientíficos. Como negocio está enfocado en el mejoramiento a la inclusión social de personas con discapacidad y al mejoramiento de la calidad de vida de sus clientes, como Alicia Araya.
Lea también: Volver a conducir ya no será un sueño: Tecnología al servicio de las personas con discapacidad
En 2011 Araya, quien es secretaria administrativa Municipalidad de Colina, sufrió un grave accidente que la me dejó sin poder caminar. Durante un viaje laboral el conductor que la trasladaba se quedó dormido. Alicia tuvo una lesión cervical y lumbar, se fracturó la columna sufrió daño medular, lo que provocó una paraplejia.
“Me tuve que acostumbrar a no pararme“, recuerda “Una persona no está hecha para estar sentada, lo primero que hace un bebé es intentar pararse”.
Tras una semana en el Hospital de Viña del Mar, Alicia fue trasladada al hospital del Trabajador. Fue ahí, en medio de su rehabilitación donde conoció a Juan Pablo y tres años después ambos se reencontraron. Esta vez, el kinesiólogo venía con un regalo especial: la GetUp, una silla de ruedas diferente.
“Abrazar a las personas fue lo primero que hice. Mi pololo no se imaginaba a mí de pie”, cuenta Alicia.
El equipo buscaba crear una silla que pudiera poner de pie a la gente y que si bien existe una hace 40 años su precio en Chile es muy caro, no cuento con servicio técnico y no tiene características para poder ser transportada, según afirma Pablo.
Lea también: La conmovedora historia de un joven que ahorró 2 años para comprarle a su amigo una silla de ruedas eléctrica
En un inicio los creadores de Kirón se enfrentaron a grandes dificultades en poner su negocio en pie. Hubo que hipotecar una casa y apelar a la generosidad de los familiares y depender de fondos estatales de para lograr financiar este sueño.
Sin embargo, desde entonces Kirón lleva más de 2 años comercializando la silla bipedestadora, producto, el cual ha sido galardonado con el premio nacional de innovación 2015. Ya tienen sucursal en México y cuentan con distribución a diferentes países de Latinoamérica. El equipo además consiguió un financiamiento del Fondo de Inversión Social en enero de este año.
Actualmente el equipo trabaja en Akiles, un exoesqueleto robótico que permite estimular la marcha de un paciente, proyecto que está detenido por ahora por falta de recursos pero que esperan llevar a centros de salud a fines del próximo año.