Hobe: Refugios modulares fueron adaptados a la pandemia para el personal de salud

Por CNN Chile

03.07.2020 / 23:13

Cerca de 150 millones de personas viven en las calles del mundo, unas 20 mil en Chile. Realidad que llevó a Francisco Rojas y Julián Marín a preguntarse: ¿qué hacer? La respuesta llegó en 2018, cuando fundaron la empresa.


Comenzaron construyendo cápsulas para que durmieran personas que viven en la calle, y ahora ayudan a que descanse el personal de salud que enfrenta día a día al coronavirus. Se trata de Hobe, empresa cuyos socios están convencidos de que un buen dormir devuelve la dignidad.

Cerca de 150 millones de personas viven en las calles del mundo, unas 20 mil en Chile. Realidad que llevó a Francisco Rojas y Julián Marín a preguntarse: ¿qué hacer? La respuesta llegó en 2018, cuando fundaron la empresa Hobe. “Se nos ocurrió idear un refugio que fuera modular, que fuera transportable y que fuera instalable de forma rápida. Y así es como llegamos al concepto de Hobe”, comentó Marín.

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Pese a su fuerte componente social, los fundadores de Hobe decidieron crear una empresa y no una fundación porque notaron que uno de los mayores problemas de las organizaciones sociales es el financiamiento, así que optaron por crear una figura jurídica con capital privado y una estrategia sutentable.

“En Hobe estamos convencidos que todas las personas merecen un descanso digno. Por lo tanto, al tener un bienestar mínimo, las personas pueden pensar en progresar en sus vidas. Esto ya lo vimos en el proyecto de Las Condes y lo estamos viendo también en el proyecto de Limache, donde las personas al tener una comodidad mínima, al tener certezas mínimas, pueden pensar en, ya sea pensar en salir de la calle, en trabajar mejor, en poder preocuparse de sus problemas, y tener una preocupación menos, que es su descanso”, explicó Marín.

En 2018, la Municipalidad de Las Condes contrató los servicios de Hobe e implementaron un container con 18 cubículos. Más de 100 personas durmieron en él ese invierno, y nueve lograron salir de la calle tras la experiencia. Pero luego apareció un desafío aun mayor: la expansión del coronavirus. Y esta vez el problema no era sólo en las calles.

“Nos pusimos a pensar qué es lo que sabíamos hacer nosotros que pudiera servir para poder apoyar las soluciones. Así es como, desde marzo, comenzamos a trabajar en nuestro proyecto Medical“, aseguró el fundador y fue así como adaptaron su emprendimiento al contexto de la pandemia.

Usamos el concepto que ya teníamos para personas en situación de calle, y lo adaptamos para poder mejorar el estándar, por un lado, y mejorar la capacidad de camas a nivel nacional. Estos son cubículos amplios, de cerca de dos metros de ancho por dos punto tres metros de largo, donde no sólo cabe el paciente sino que se pueden poner todos los equipos médicos que sean necesarios, y hay un espacio para que el personal médico pueda entrar al cubículo si es que es necesario. Además, están equipados con tecnología IOT, el cual permite el monitoreo remoto de los pacientes, minimizando el riesgo de infección de paciente a tratante“, explicó.

En ese sentido, en alianza con Tecnofast, Rosen y Kendall Home, diseñaron una solución para el descanso de la primera línea de la salud en el Hospital Sótero del Río, donde donaron un módulo que instalaron para apoyar al personal de salud.

“Adaptamos nuestros módulos a la problemática del personal de salud, y lo instalamos en el Hospital Sótero del Río ¿por qué lo instalamos ahí? Porque es uno de los hospitales con mayor demanda y donde el problema de descanso es mayor a nivel nacional. Por lo tanto, nosotros donamos este módulo, y lo instalamos ahí para poder apoyar a nuestro personal de salud“, indicó.

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Hobe tiene proyectos en Las Condes, Limache y ahora en el Hospital Sótero del Río. Y está en conversaciones para ampliar las experiencias con los ministerios de Salud y de Desarrollo Social. Además, varias empresas privadas los contratan para ayudar a quienes no tienen un descanso digno.

Nuestra visión es que las empresas en general, en su más amplio sentido, tienen que tener un propósito social, además del propósito de lucro. Esto es importante porque es la única forma en nosotros podemos hacer que los negocios sean sostenibles, ya sea socialmente o ambientalmente. Además de, obviamente, tener un beneficio económico, para los socios de la empresa, para los trabajadores de la empresa, y para todo el entorno que rodea la operación de la empresa. Nosotros creemos que es fundamental que las empresas, ya sea a nivel nacional o a nivel mundial, tengan un impacto social positivo en sus operaciones”, concluyó Marín.