Es cada vez más claro que el distanciamiento social será, por un buen tiempo, un requisito ineludible en la vida laboral. En este contexto, hay un desarrollo tecnológico que podría ser un gran aporte en la materia: la realidad aumentada.
De la noche a la mañana, overol, guantes y mascarilla se convirtieron en indumentaria conocida para millones de personas en todo el mundo, y obligada para quienes combaten el COVID-19 en los recintos hospitalarios. Sin embargo, esta minicomputadora, que no protege la visión, sino que la amplifica, representa un importante, y hasta ahora poco conocido, salto tecnológico.
“De hecho, fue utilizada en Wuhan, y fue de mucha utilidad durante el brote de COVID-19, ya que permite el nulo contacto al momento de usar un sistema de fichas de pacientes, tomar fotografías, grabar videos, incluso prescribir un diagnóstico. Como esta computadora vestible se conecta con este cubo infrarrojo, la persona que utiliza la computadora puede ver la imagen termal que le está enviando el cubo a la computadora”, explica César Berardini, gerente de Innovación Grupo Datco.
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Dispositivos que, integrados, resuelven necesidades urgentes en la actual emergencia sanitaria, como atender mejor a los pacientes e identificar a potenciales portadores con fiebre. Integración que se resume en un solo concepto: realidad aumentada.
“La realidad aumentada es el conjunto de tecnologías que buscan mejorar la percepción del mundo real mediante la añadidura de información generada por computadora, y a través de múltiples realidades sensoriales como puede ser la visual y la auditiva”, sostiene Bernardini.
Las posibles aplicaciones industriales de esta tecnología en tiempos de distanciamiento social y paralización económica, son incalculables. Un ejemplo es la experiencia desarrollada hace un tiempo en ENAP.
La idea de fondo fue desarrollada por la empresa argentina Grupo Datco, que tiene oficina en Chile hace 20 años, y la llamaron experto remoto: la persona a cargo de supervisar no necesita desplazarse para obtener datos con un detalle que, hasta ahora, sólo se podía obtener en terreno, sea éste una planta de producción o un quirófano.
“Creo que el aporte que pueden hacer las empresas es el aceptar el cambio de paradigma, y tener una apertura a adoptar nuevas tecnologías para que puedan hacer lo que siempre hicieron, pero de manera distinta“, indica el gerente de Innovación Grupo Datco.
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Considera que el teletrabajo puede mantenerse aún después de superada la pandemia: “Creo que cuando los trabajadores regresen a sus labores, y vean que volvieron a perder muchas horas en ir y volver al trabajo, le van a pedir a sus empleadores la flexibilidad de trabajar desde casa, y probablemente en el futuro, muchos de los que busquen empleo se fijarán si el empleador da o no ese beneficio”.
Mucho se ha hablado de que la actual crisis acelerará cambios ya latentes en la economía. La instantaneidad y ubicuidad de herramientas tecnológicas como éstas llevan a preguntarse qué tan cerca está ese futuro.