Fabricaban dispositivos de educación científica hasta que una serie de eventos inesperados los llevó a vender los primeros kits para tomar exámenes en terreno de COVID-19. Esta es la historia de un par de emprendedores chilenos.
Tan incómodo como necesario en la realización de exámenes PCR para detectar el coronavirus es la introducción de estas tórulas en la nariz para tomar muestras. Instrumento con los que contaba Bioquímica.cl, empresa centrada en ese momento en la fabricación de elementos para la educación escolar de ciencias y cuyos socios veían cómo crecía la necesidad de exámenes para detener la pandemia, sin poder hacer mucho para colaborar.
Muchos de los recursos de Bioquímica.cl habían quedado sin uso tras una fallida incursión en la producción de dispositivos de toma de muestras para una empresa de Estados Unidos que quebró. Esta era una nueva oportunidad de entrar en el negocio, ahora con el nombre de Genosur, pero el panorama no era nada de simple.
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“En ese momento estaba en mi computador y veo al lado mío un prototipo, que es un kit para hacer toma de muestra de ADN bucal, y al tomar el prototipo digo ‘espera un poco, aquí está la solución’. Y me meto a ver en YouTube cómo se hacía la técnica de muestreo del coronavirus, que es un hisopado bucofaríngeo, que se introduce una tórula hasta al fondo, para tocar la cavidad nasofaríngea, y tomo una de las tórulas de nuestro dispositivo, me autopractico el examen, y en ese momento fue ‘¡Eureka! ¡Funciona!’“, cuenta con emoción Matías Gutiérrez, cofundador de Genosur.
Genosur es ahora una empresa dedicada al desarrollo, diseño y fabricación de dispositivos médicos de toma de muestra y transporte para meterial genético, microbiomas y otras muestras biológicas.
Los kits ofrecidos por Genosur cuentan con un reactivo patentado en Estados Unidos, que neutraliza al virus y permite a la vez su transporte a temperatura ambiente, lo que amplía mucho las posibilidades de toma de muestra en lugares alejados de los laboratorios donde se realizan los exámenes.
“La estrategia del país ha sido tomar la mayor cantidad de muestras, y esto lo podemos ver respecto de otros países, como somos el país que más detecciones y cantidad de muestras está haciendo. Así que nos sentimos muy orgullosos de ser parte nosotros en primera línea de esta estrategia”, comenta Daniela Mendoza, cofundadora de Genosur.
Ante la escasez mundial, el gobierno de Chile compró a Genosur un millón de estos elementos, los que al comienzo fueron cuestionados técnicamente. La empresa defendió su sistema, pero también hizo ajustes para subsanar los inconvenientes.
Mendoza explica que, en tan solo dos meses que llevan con este proyecto, sus vidas han cambiado drásticamente. “Ya estamos en conversaciones para abrir plantas en otros países que están requiriendo este tipo de insumos si no los tienen, y que también quieren, tener la oportunidad de fabricarlos en sus propios países. Creo que se van a ir creando hubs de innovación que incorporen, que cada uno de nuestros países puedan tener las capacidades instaladas y no requiramos tanto de la importación de otros países”.
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La pareja fundadora de Genosur se siente orgullosa de aportar y crecer en medio de la crisis. “Nos sentimos súper afortunados de estar proveyendo esta solución tecnológica, de poner nuestro conocimiento, de mi formación, que financió el Estado a través de Becas Chile, todo eso ponerlo a disposición para solucionar este problema mundial”.
Por su parte, Mendoza señala que la experiencia de su empresa puede servir de ejemplo exitoso para apoyar la ciencia en nuestro país.
“Creo que todo esto nos ha enseñado una lección muy importante a todos. Creo que hay que tomar muy en serio la ciencia, la investigación, y lo que los científicos pueden dar. Creo que en Chile, en América Latina, tenemos capital humano avanzado, y creo que es importante escucharlo, y además involucrarlo también, a que haya un involucramiento tanto del sector salud como el sector ciencia, y que haya una estrategia conjunta.