Con este desarrollo, la app puede ayudar en la atención de salud en un momento crítico. ¿Cómo funciona el sistema? Acá contamos los detalles.
No sólo los complejos, y a veces demorosos, tests de PCR. Las radiografías también pueden ayudar a diagnosticar casos de COVID-19 con Toraxia, una aplicación que utiliza inteligencia artificial para la lectura más rápida y precisa de exámenes radiológicos.
Unas 3.600 millones de imágenes se han usado anualmente en el mundo para diagnosticar patologías de tórax. En Chile, serían unas 6 millones de personas las que no reciben apoyo radiológico adecuado en la atención primaria por falta de profesionales para interpretar dichas imágenes. Desafío que en 2019 se propuso asumir la empresa Alumbra.
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“Esta situación nos motivó a recurrir a la inteligencia artificial, que ya viene desde hace muchos años con una capacidad comprobada de emular la visión humana, y que en este caso puede asistir a los médicos para mejorar ese análisis sobre las radiografías de tórax, para reducir justamente los errores y lograr mayor celeridad en la atención“, explica Raúl Albertti, cofundador de Alumbra.
Esto porque el habitual orden de atención, según la toma de estos exámenes, se puede agilizar considerablemente si se priorizan sólo las radiografías con evidencia de alguna enfermedad. Tener un diagnóstico rápido ayudaría así a que la atención sea oportuna. Esa es la función de Toraxia.
“Toraxia funciona integrándose como un asistente virtual, como si fuese un radiólogo. Que lo que hace es estar pendiente de que se produzca una imagen apenas en el equipo de rayos X se toma esa imagen, que se almacena digitalmente. Toraxia entra, sube esa imagen y en cinco segundos puede devolver información que agrega mucho valor“, dice Albertti. “Por otro lado, además entrega una suerte de segunda opinión, que lo que hace es, sobre la propia imagen de la radiografía de tórax, colorea las zonas que están afectadas, donde utiliza por supuesto un degradé, donde el color rojo, la mayor intensidad, es donde están más acentuados los signos patológicos, y esto es lo que se denomina un mapa de calor”, señala Albertti.
La empresa que creó Toraxia es de origen venezolano, pero es en Chile donde encontró el ambiente necesario para desarrollar su tecnología y buscar clientes en toda la región. En eso estaban, cuando apareció el COVID-19.
“No podíamos quedarnos de brazos cruzados, y además sabiendo lo que significa la tragedia de que ahora, ya con las enfermedades respiratorias teníamos un problema de salud pública importante, y ahora sumar que la neumonía tiene otra causa como la del COVID-19″, aseguró el cofundador de la empresa venezolana. “Y por eso entonces liberamos una plataforma de Toraxia.com que en estos momentos ya está siendo usada de extremo norte de Arica, hasta el extremo sur de Puerto Varas, brindando apoyo donde los médicos de atención primaria de urgencia suben sus imágenes y Toraxia representa ese apoyo que hoy en día no tienen por déficit de radiólogos”, añadió.
Con este desarrollo, pueden ayudar en la atención de salud en un momento crítico. Pero las proyecciones de esta tecnología van mucho más allá de la actual pandemia.
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“Ahora, el futuro de la salud con inteligencia artificial es muy amplio, puesto que al final va a ser digamos un factor clave para todo esto que aspiramos como medicina personalizada, cercana, temprana, mejorar el autocuidado, en conclusión, estamos convencidos que podremos lograr una población más saludable, con el apoyo de la inteligencia artificial, y por eso nuestro proyecto de vida está vinculado al área de salud. El ser humano, obviamente, es el bien más preciado que tiene y sin ello la sociedad no puede lograr ninguno de sus retos“, aseguró.
La empresa Alumbra se plantea crecer en Chile, Colombia, Venezuela, Perú, Ecuador y Panamá, región en la que calcula que podría sumar su tecnología a unas 200 millones de imágenes, son millones de personas beneficiadas con diagnósticos más rápidos y más precisos.