El expresidente tuvo un reservado almuerzo en La Moneda con José Tohá, Joan Garcés, Carlos Jorquera, Orlando Letelier, Sergio Bitar, entre otros, un día antes del golpe de Estado. ¿La intención? Revisar, analizar y buscar una solución democrática ante un inminente levantamiento militar. CNN Chile accedió a una inédita grabación de 1 hora donde el asesinado exministro revela detalles del encuentro, la inclinación de Allende de llamar a retiro a un grupo de generales y la confianza que Carlos Prats tenía en Augusto Pinochet.
Una inédita grabación de audio del asesinado exministro Orlando Letelier confirma que el expresidente Salvador Allende iba a convocar a un plebiscito el martes 11 de septiembre de 1973.
En el marco de la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado, CNN Chile emite una serie especial de entrevistas que abordan, desde la perspectiva de distintas figuras políticas, testimonios claves y análisis de las últimas décadas de la historia del país.
Sergio Bitar conversó con la periodista Viviana Encina sobre su experiencia, y en la instancia dio a conocer la existencia de un cassette que Joan Garcés grabó en 1974, luego que Letelier saliera del Campo de Concentración de Isla Dawson y otros centros, donde Letelier le recuerda sobre un almuerzo de carácter reservado que Allende convocó en el Palacio de La Moneda un día antes del golpe de Estado. Esta entrevista se emitirá este jueves 24 de agosto a las 22:30 horas.
Además de Bitar y Letelier, en esa reunión estuvieron presentes José Tohá, Joan Garcés, Carlos Jorquera, entre otros. La intención del encuentro era revisar, analizar y buscar una solución democrática ante un inminente levantamiento militar.
CNN Chile accedió a esa grabación de una hora en la que el asesinado exministro cuenta detalles de la reunión, manifiesta la intención de Allende de llamar a retiro a un grupo de generales de las Fuerzas Armadas que eran objeto de sospecha de sublevación y la confianza que Carlos Prats tenía en Augusto Pinochet previo al golpe.
Escucha el audio completo:
A continuación está la transcripción de parte de los relatos que Orlando Letelier le hizo a Joan Garcés:
Anuncio de plebiscito
—¿Por qué yo decía que, si no nos golpeaban esa semana, no nos botaban nunca? Yo había tenido, en cierto modo, la sensación de que al ponerme yo muy firme frente a la situación de Montero… a Montero lo habían podido sacar. Ya habíamos hablado con el presidente de que había que acelerar las medidas que tomaría el Gobierno frente a los oficiales golpistas.
La impresión era que, eventualmente, las cosas estaban dadas para esa semana, pero que en alguna medida si no se daba en esa semana y nos daban un poco de tiempo, y se venía incluso el anuncio del presidente sobre el plebiscito, íbamos a tener alguna capacidad de maniobra para llegar a cabo el retiro de una serie de oficiales que ya los teníamos más o menos identificados que íbamos a tener la posibilidad de acelerar los sumarios, etcétera.
Intención de llamar a retiro a un grupo de generales
—La tercera alternativa (que le fue planteada a Allende en la reunión), que era la más drástica, era la de que antes del viernes, es decir, en esa misma semana, se llama a retiro a unos seis o siete generales, con lo cual también se podría producir después una depuración en niveles más bajos según la información que teníamos.
Esto se podía hacer inmediatamente después de que el presidente, al día siguiente anunciara el plebiscito y era lo que estaba en espíritu de la recomendación de Carlos Prats.
Para estos efectos, la lista de los seis o siete generales la podíamos afinar con Carlos Prats y, en alguna medida, comunicársela a Pinochet.
Esta fue la última alternativa, la que el presidente me dijo ‘sí, eso me parece lo mejor. Es decir, yo hablo eventualmente esta noche o mañana’. Ya a esas alturas del almuerzo habíamos quedado en que el presidente ya no iba a hablar esa tarde, según recuerdo, sino al día siguiente. Inmediatamente después llamamos a retiro a esta gente. Era la sugerencia de Carlos Prats y era lo que a mí me parecía lo que había que hacer, porque estaba convencido de que la cosa iba mucho más allá de (los generales) Bonilla y Arellano.
El presidente me contestó ‘sí, Orlando, eso me parece lo mejor’. Y me dijo, además: ‘vamos a volver a conversar de este asunto’. Como quien dice, ‘mire, después de que salgamos de esto, del planteamiento que le voy a hacer al país, vamos a poner en práctica lo que usted me está diciendo’.
Prats intuía que el golpe iba a ser el 14 de septiembre
—Como te digo, esta conversación con Prats (del viernes 7 de septiembre de 1973) fue bastante interrumpida. Por otra parte, Prats estaba en un estado anímico sumamente especial. Pero con todo.
Allí, él me dijo categóricamente: mira Orlando, las cosas han llegado a un nivel tal de que, si el presidente no toma medidas para sacar algunos generales antes del viernes próximo, yo creo que el jueves o el viernes próximo -el 14- se produce un golpe de Estado.
Orlando Letelier / ARCHIVO
“Prats pensaba que Pinochet no estaría en la cuota de los traidores”
—Lo que es muy claro es que Carlos Prats hasta ese día -estoy hablando del día viernes (7 de septiembre)- tenía una confianza muy grande en Pinochet.
Hubo un momento en que después de que él me planteó esto que había que tomar alguna medida, yo le dije ‘bueno, pero si Pinochet está en una actitud de lealtad, a él también se le puede crear este problema de tener que renunciar como te ocurrió a ti, Carlos. O si no quiere decir que Pinochet está contando y que en un momento determinado se va a plegar hacia el sector donde haya un mayor número de generales o de fuerzas, que eventualmente puede ser el sector que está por el golpe en contra del Gobierno’.
Carlos Prats no me rebatió muy categóricamente, pero, en todo caso, me insistió en que él pensaba que Pinochet tenía una actitud de lealtad hacia el presidente y que, en todo caso, Pinochet no estaría en la cuota de los traidores.
“Pinochet me dijo ‘ministro, aquí hay una tropa de locos y desequilibrados”
—Desde el momento en que yo había llegado al ministerio (de Defensa), los primeros días de septiembre (…), me di cuenta de que el golpe venía armándose. Carlos Prats me precisó fecha, me habló del 14, pero para mí la cosa era bastante ostensible.
Es cierto que yo veía que la cosa venía más por el lado de la Armada, pero presumía que no podía haber un intento de golpe sin el Ejército.
Desde los primeros días, Pinochet -y esto en alguna medida me había llevado a tener una actitud de cierta confianza hacia él- me dijo: mire ministro, aquí hay una tropa de locos (en las Fuerzas Armadas), de desequilibrados, que están planteando que es preferible que se produzca ahora una definición -es decir, un golpe- y que mueran 100 mil personas antes de que haya un enfrentamiento una guerra civil en que puedan morir 1 millón de personas. Yo esto haciendo lo posible de acuerdo a lo que me había pedido antes mi general Prats, con lo que me había pedido el presidente, estoy visitando unidades y las cosas están mejorando, pero le quiero decir que en mi última visita hay gente que está en una actitud muy difícil.
Yo ahí le dije: bueno, a esa gente hay que llamarla inmediatamente a retiro.
Me dijo: bueno, pero con esto vamos a violentar las cosas. ¿Por qué no me da un poco de tiempo, ministro, de acuerdo con lo que el propio presidente me ha planteado, para que yo vaya afianzando la situación de la gente de confianza y que yo vaya visitando las unidades?
La conversación con Pinochet a mí me preocupó. Esto debió haber sido alrededor del 3 (de septiembre) y quizás ese mismo día, o si no al día siguiente de la celebración del 4-5, yo le pedí al presidente que convocara una reunión de los jefes de los partidos de la Unidad Popular y allí plantié que Pinochet me había dicho lisa y llanamente de que, si había un levantamiento, esto iba a ser una cosa de tipo general, de que no se iba a repetir un 29 de junio (tanquetazo). Que iba a ser general no solamente en el ámbito del Ejército, sino también en el ámbito global de las tres ramas de las Fuerzas Armadas.