En conversación con Sebastián Aguirre, el exministro del Trabajo y militante de la UDI, se refirió a cómo fueron los años más oscuros de la historia del país desde el otro lado de la vereda política. En torno a las violaciones a los Derechos Humanos, Melero señaló que desde la UDI siempre se condenaron estos atropellos, pero que "muchas de las cosas que ocurrieron, nosotros las venimos a conocer en el Informe Rettig".
En el marco del programa de entrevistas CNN 50: Testimonios de la historia, el exministro del Trabajo y militante de la UDI, Patricio Melero, se refirió a la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado. Esto en el contexto de un ambiente de polarización que vive el país.
En conversación con Sebastián Aguirre, Melero comentó: “Yo creo que vamos a llegar a los 50 años con más división que la que teníamos hace 10 o 20, 30 años atrás“.
“Probablemente, va a tener que cambiar una generación completa para que este tema deje de ser tema“, reflexionó.
“La Unidad Popular terminó con un 600% de inflación, con una pobreza muy grande, con un país muy dividido”
Durante la dictadura cívico-militar, el exdiputado fue miembro de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, secretario de la Secretaría Nacional de la Juventud, y más tarde, alcalde de Pudahuel designado por Augusto Pinochet. En este pasaje, Melero reflexionó sobre cómo fueron los años más oscuros de la historia del país.
— ¿Qué revisión hace hoy día, 50 años después de lo que ha ocurrido?
— Mi participación en el Gobierno Militar fue una invitación en áreas en que yo percibía que podía colaborar mucho, especialmente con el desarrollo social del país. Mi alcaldía de Pudahuel durante cuatro años, sin duda está dentro de las épocas más relevantes de mi vida política porque conocí el mundo de la pobreza, la necesidad y pude ayudar a muchísima gente. (…) Es una época en que no solamente yo, sino que muchos chilenos, estuvieron dispuestos a asumir responsabilidades de los ministerios, en las alcaldías, en los Gobiernos Regionales…
— ¿Lo sentía como una misión?
— Yo diría que más que una misión, como un compromiso de recuperar a Chile después de una época tan dura y tan negativa como lo fue la Unidad Popular. (…) La Unidad Popular terminó con un 600% de inflación, con una pobreza muy grande, con un país muy dividido, con mucha odiosidad, con mucha necesidad de llevar a adelante el progreso social. Esta semana se cumplieron 40 años de la muerte de Miguel Kast, que fue ministro de ODEPLAN y es impresionante como se fueron cambiando los parámetros. Se reemplazó el famoso medio litro de leche de Allende por el programa de alimentación complementaria que está hasta el día de hoy vigente. (…) Había mucha necesidad, mucho trabajo que hacer y todos los que nos avocamos a esto lo hicimos con ese espíritu.
— Para el golpe de Estado del 73 usted estaba saliendo del colegio… ¿Cuál es el recuerdo que tiene del día del golpe y del contexto que se estaba viviendo de ese momento?
— Yo me eduqué en el Saint George, soy la promoción 73. Yo era compañero de Andrés Allamand, de Ignacio Walker, de Luis Larraín, y también tenía dentro de mi curso a personas que fueron después detenidos desaparecidos. Y por consiguiente yo había vivido toda la enseñanza media en la Unidad Popular. Nos tomamos el colegio, había mucha discusión, desfilamos por la Alameda en contra del intento del Gobierno de la UP de llevar adelante la Escuela Nacional Unificada (ENU). Desfilábamos por la Alameda como se desfila hoy día, pero en ese tiempo nos disparaban desde los techos de la UNTAC que es hoy día el GAM, los del MIR.
“Frente a mí, en la Alameda, rebotaban las balas de quienes nos disparaban desde los techos. (…) Fue una época convulsionada la que yo viví en el colegio. Mi colegio fue intervenido militarmente, yo me gradué con un comandante de la FF.AA. y por consiguiente, viví intensamente la Unidad Popular y vi todo lo que eso se significó, el intento totalitario de establecer una mirada única en el país que tenía mucho rechazo y había mucha división en el país“, recordó.
El acto de Chacarillas de 1977
Por otro lado, el exparlamentario recordó el denominado Acto de Chacarillas de 1977, instancia organizada por el Frente Juvenil de Unidad Nacional y donde Augusto Pinochet se refirió a algunos lineamientos sobre la institucional que buscaba el régimen. Lo que contemplaba, entre otras cosas, una etapa de “normalidad constitucional” en la que el poder sería devuelto a la civilidad.
“Fue un acto determinante, porque fue el primer discurso que señala un camino a la vuelta a la democracia, que después fue refrendado en la Constitución de 1980 y vuelto a ser refrendado en 1988 en el plebiscito. Este es el único gobierno autoritario que aprueba una Constitución que le restringe sus plazos y que lo obliga a entregar el poder si es que pierde. Podemos discutir el tiempo, pero yo no conozco ninguna dictadura en el mundo, que se haya autoimpuesto una limitación, una Constitución redactada y aprobada y que, en esas limitaciones, se someta a un plebiscito, acepte el resultado y entregue democráticamente el poder al presidente Aylwin“, señaló Melero.
Asimismo, agregó: “En los años 90, eso era elogiado como un hecho inédito, increíble, de una transición cívico militar tan ordenada como la que se había logrado de un gobierno militar a un gobierno democrático”.
Violaciones a los DD.HH: “Muchas de las cosas que ocurrieron, nosotros las venimos a conocer en el Informe Rettig”
En torno a las violaciones a los Derechos Humanos, Melero señaló que desde la UDI siempre se condenaron estos atropellos, pero que “muchas de las cosas que ocurrieron, nosotros las venimos a conocer en el Informe Rettig“.
“Nosotros sentíamos, que habiendo condenado las violaciones a los Derechos Humanos, la UDI a los 30 años del 11 de septiembre, hizo un documento muy importante que se llamó La Paz es Ahora. Y nosotros dijimos con toda claridad que en Chile se habían violado los DD.HH. Dijimos que las graves violaciones tuvieron lugar, es una evidencia. Causaron dolor que nosotros también sentimos y ello no se debe repetir nunca más en la historia de Chile. Sus consecuencias, además, deben repararse“, expresó.
Asimismo, complementó que “nosotros veíamos que, obviamente, las violaciones a los DD.HH. eran inaceptables, tenían que ser claramente condenadas, pero no significaba que no siguiéramos trabajando para que el país volviera a su plenitud democrática”.
Sobre lo mismo, reiteró que “la inmensa mayoría de los chilenos tiene la capacidad de distinguir lo que fue la obra de la reconstrucción económica, social y política que el Gobierno Militar trazó, de haber recibido un país en el suelo porque esa era la verdad. Basta leer el acuerdo de la Cámara de agosto de 1973 para darse cuenta del estado en que estaba Chile en esa fecha y cómo se entregó Chile en marzo de 1990. Es un país totalmente distinto en materia de crecimiento, de superar la pobreza, de generar mayor igualdad social entre los chilenos, de lo que fue los gravísimos hechos de violaciones a los DD.HH. que eran absolutamente reprochables y condenables”.
— ¿Qué pensaba usted respecto a las violaciones a los Derechos Humanos en ese momento?
— El conocimiento de las violaciones a los Derechos Humanos fue paulatina y creciente. Muchas de las cosas que ocurrieron, nosotros las venimos a conocer en el Informe Rettig, con todo el detalle de lo que significó eso y después con todo lo que fue la Comisión Valech. De manera tal, de que, quién era nuestro líder, Jaime Guzmán, contribuyó todo lo que pudo a esa tarea. Jaime Guzmán tuvo un rol muy importante en la disolución de la DINA y Manuel Contreras fue un enemigo acérrimo de Guzmán, por lo que lo persiguió y hasta que no consiguió que se disolviera la DINA, Jaime Guzmán le dijo al presidente Pinochet: Usted tiene que disolverla, este hombre está haciendo mucho daño.
“Yo nunca he visto que en la izquierda chilena asuma la responsabilidad que le cupo en haber llevado a Chile al 11 de septiembre de 1973. Para la izquierda, la vida de Chile parte el 11 de septiembre y no se hacen cargo de cómo deterioraron la democracia del país. (…) En los mil días de la Unidad Popular no solamente se destruyó el Estado de Derecho del país, se quebrantó la institucionalidad, se violaron los DD.HH. Es importante recordar que Allende, llegó al poder con un 36,3% de los votos, bastante menos que lo que tuvo Pinochet en el plebiscito del 88, que fue de un 43%”, zanjó.
CNN 50: Testimonios de la historia
En el marco de la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado, CNN Chile emite un especial seriado de entrevistas que abordarán, desde la perspectiva de distintas figuras políticas, el análisis de las últimas décadas de la historia del país.
No te pierdas CNN 50: Testimonios de la historia semana a semana en las pantallas de CNN Chile, cada jueves a las 22:30 horas.