El tercer capítulo de la última temporada de Game of Thrones fue uno de alto impacto y que dejó con dolor de estómago a varios, pero también a muchos molestos porque les costaba seguir la acción, ya que se encontraron con un episodio muy oscuro.
La Batalla de Winterfell ya acabó y llegó un nuevo amanecer para Westeros, pero las consecuencias del conflicto aun se siguen discutiendo tanto dentro de la historia como fuera de ella y no solamente por las bajas que dejó el combate.
The Long Night, el nombre del tercer capítulo de la última temporada de Game of Thrones, fue uno de alto impacto y que dejó con dolor de estómago a varios, pero también a muchos molestos porque les costaba seguir la acción, ya que se encontraron con un episodio muy oscuro.
¿Pero por qué esto? Un usuario de Twitter identificado como “El Alberth” decidió realizar un extenso hilo explicando punto por punto esta situación, cuya conclusión es que “básicamente, lo que hicieron fue meter una vaca en un moledor de carne, el resultado es similar”, ya que la calidad original no era soportada por la transmisión por cable.
“HBO envío una señal progresiva con mucha información por un canal entrelazado, entregando solo la mitad de la información requerida y dejando tres cuartos de las lineas afuera”, detalló.
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Para los no entendidos, el mismo usuario aterrizó que “existen dos standards de transmisión, P (progresiva) e I (entrelazado); I es el standard televisivo, donde la señal solo envía las lineas impares y el dispositivo rellena las lineas pares, P es cuando la información se llena por lineas una a una”.
“El primer efecto de esto son las ‘manchas negras’ que se ven en la oscuridad, básicamente, son pedazos donde se saturaron los negros y se fue a la cresta la definición, de esta forma arruinando toda la experiencia”, escribió.
En tanto que el segundo efecto sería que “proveedores de cable chileno, funcionando a 720i, entregaron solamente una octava parte de la información“, lo que provocó que por momento no fuera posible distinguir claramente lo que estaba pasando.
Y para respaldar todo esto, realizó una prueba para demostrar cómo se debía ver la imagen y como se terminó emitiendo el domingo. “Esto genera una gran paradoja, los mejores contenidos están hoy en la televisión, pero lejos la mejor forma de apreciarlos son las salas de cine“.
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“Si bien estamos ganando mucho por un lado, la perdida del otro se esta haciendo irreversible“, zanjó.
Reflexión que el propio director de fotografía del capítulo, Fabian Wagner, realizó en conversación con Wired UK, donde fue tajante al apuntar que “gran parte del problema es que muchas personas no saben cómo sintonizar sus televisores correctamente”.
“Mucha gente también, lamentablemente, lo ve en iPads pequeños, que de ninguna manera pueden hacer justicia a un espectáculo como ese de todos modos”, añadió.
Incluso, respondió que “¡sé que no estaba muy oscuro porque yo lo rodé!“, en conversación con TMZ.