Si el inicio de la temporada 8 sirve de guía, los cinco episodios restantes prometen ser un paseo realmente salvaje.
A continuación se incluyen spoilers sobre el estreno de la temporada 8 de “Game of Thrones”.
La penúltima temporada de “Game of Thrones” se definió en gran medida por reunir a personajes clave: algunos se encontraron por primera vez y otros lo hicieron después de haber soportado pruebas terribles.
El inicio de la temporada 8 aumentó esta dinámica de manera emocionante, mientras las fuerzas se alinean para la batalla anticipada entre los vivos y las legiones del Rey de la Noche.
Por supuesto, forjar esas alianzas no será fácil, con tanta sospecha y desconfianza esparcidas a lo largo del tiempo. Pero el mantra, repetido por diferentes personajes de varias maneras, fue el que dijo Tyrian (Peter Dinklage): “Debemos luchar juntos o morir”.
De forma similar, Jon Snow (Kit Harington) buscó defender a Daenerys Targaryen (Emilia Clarke) de sus cautelosos compatriotas en el norte, diciendo que en la batalla por venir, “sin ella, no tenemos ninguna posibilidad”.
A pesar de que montaron dragones juntos, el estreno hizo que Snow tomara conciencia de la mayor revelación del programa, a saber, que él tiene derecho legítimo a convertirse en rey de Westeros, una revelación que pone en duda su lealtad a una Daenerys que es más despiadada, y eso podría tener importantes ramificaciones para quien termine en el Trono de Hierro.
En tanto, el único personaje que está en contra de la unidad sigue siendo Cersei (Lena Headey, en su mejor momento), a quien no parece importarle ver que el mundo arda, siempre y cuando ella termine sobreviviendo.
Una de las quejas la temporada pasada fue que esta avanzó demasiado rápido, que los personajes lograban recorrer grandes distancias en un tiempo récord.
Si bien eso es quejarse de los pequeños detalles (hey, eso es lo que hacen los fanáticos de verdad), el programa ha acelerado su ritmo. En su mayor parte, eso ha sido inmensamente satisfactorio, generando momentos agradables para el público que la serie generalmente evita en el viaje a menudo sombrío, especialmente para los niños de Stark, lo que ha llevado a este punto.
El estreno incluyó grandes escenas de batalla para Arya (Maisie Williams), Sansa (Sophie Turner) y Theon (Alfie Allen), así como la sorprendente aunque incómoda reunión de Jaime Lannister (Nikolaj Coster-Waldau) y Bran Stark (Isaac Hempstead Wright).
La última escena, que hizo culminar el episodio de manera tormentosa, vuelve a lo que es esencialmente el pecado original del programa. Atrapado en una situación comprometedora, Jaime lanzó a Bran desde la muralla del castillo, dejando paralizado al niño, cuyos misteriosos poderes mentales son solo uno de los elementos sobrenaturales que han penetrado gradualmente en la serie.
Habiéndose adelantado a la producción literaria del autor George RR Martin, los productores de televisión David Benioff y Dan Weiss han puesto a prueba la historia hasta su final, lo que representa su propio gran logro. Los novelistas no tienen que preocuparse por mantener unido un gran elenco, el crecimiento de los niños o por los actores que quieren probar nuevos papeles.
A pesar de todo lo que sucedió en el estreno –y fue mucho lo que sucedió– todavía existe la sensación de que este episodio fue básicamente una configuración de piezas, de forma muy ingeniosa, para lo que vendrá, con la combinación de los ritmos de los personajes y una victoria épica que los espectadores esperan de la serie.
“Game of Thrones” es una bestia difícil de manejar y aún es posible que el programa no pueda lograr lo que busca. Pero si el estreno sirve de guía, como la vertiginosa cita de Jon y Daenerys, los cinco episodios restantes prometen ser un paseo realmente salvaje.
Por Brian Lowry / CNN en Español