Joignant: “La intelectualidad de izquierdas no está entendiendo bien la naturaleza de la radicalidad de las nuevas derechas”
Por CNN Chile
16.12.2024 / 22:45
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El panelista de Tolerancia Cero uso su minuto de confianza para reflexionar sobre el avance de las extremas derechas. “La pregunta política, pero también de investigación científica, es ¿qué está moviendo a millones de personas comunes y corrientes a votar por este tipo de líderes, a sabiendas de que no son ni fascistas y, tal vez, ni siquiera de derecha?”.
“Los monstruos andan sueltos”. Es bajo este título que el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) estrenó recientemente un podcast sobre las extremas derechas. Si bien muy centrado en la Argentina de Javier Milei, grandes intelectuales reflexionan en cada uno de sus capítulos sobre la “monstruosidad” del fenómeno: desde Verónica Gago hasta Esperanza Casullo, son varios de los mejores intelectuales argentinos los que se pronuncian sobre las raíces de la nueva derecha.
El ejercicio es interesante, pero tuerto: tal vez ciego sobre lo esencial del fenómeno.
¿Es razonable pensar que millones de personas en distintas partes del mundo son “monstruosas”?, o ¿estos millones de personas son simplemente presas ingenuas de ofertas monstruosas? ¿hay “fascismo” en estas nuevas derechas? Tal vez, pero no es relevante: el gran historiador estadounidense Robert Paxton se negó por largo tiempo a utilizar este término para pensar a Trump…hasta que tuvo lugar el asalto al Capitolio. Desde entonces, a Paxton le parece legítimo calificar de fascista a Trump: pero el ejercicio es inútil, ya que la categoría “fascista” no aporta nada a la comprensión del fenómeno.
La intelectualidad de izquierdas no está entendiendo bien la naturaleza de la radicalidad de estas nuevas derechas. El uso de adjetivos descalificativos es una buena muestra de esta inquietante ceguera.
La pregunta política, pero también de investigación científica, es ¿qué está moviendo a millones de personas comunes y corrientes a votar por este tipo de líderes, a sabiendas de que no son ni fascistas y, tal vez, ni siquiera de derecha?
Para responder, necesitamos entender sus condiciones materiales de existencia y modos de vida, sus frustraciones y rabias contra la tecnocracia, los intelectuales, las clases medias educadas y el progresismo, cuyo lenguaje alambicado no está haciendo sentido.
Las preguntas que las nuevas derechas están formulando son complejas y muy delicadas, al ser de verdad existenciales: plantean la inquietante interrogante por cómo vivir juntos.