Alfredo Joignant reflexiona sobre el negacionismo: “Es lo que ha ocurrido por estos días con el caso de Isabel Amor”

Por Alfredo Joignant

18.08.2024 / 23:21

El panelista de Tolerancia Cero planteó que, en las batallas políticas relacionadas con la memoria de las violaciones a los derechos humanos, surge el negacionismo. Como ejemplo, hizo alusión al de Isabel Amor tras su salida en el SernamEG de Los Ríos.


El negacionismo, una mala palabra.

Cada cierto tiempo, al calor de las batallas políticas en las que se encuentra en juego la memoria de las violaciones a los derechos humanos, irrumpe una palabra: el negacionismo.

Es lo que ha ocurrido por estos días con el caso Amor.

Se trata de una mala palabra, pero cuya importancia se lee en dos niveles.

El primero, conceptual, se refiere a un terrible fenómeno: el de negar alguna zona de la realidad porque la verdad es, para algunos, de imposible aceptación, algo literalmente insoportable. Es a eso que se refiere, en primer lugar, la negación del holocausto y de las cámaras de gas, originalmente por el historiador francés Paul Rassinier y su tesis sobre La inexistencia de un plan de aniquilación sistemática del pueblo judío.

A esta espantosa forma de negacionismo se han sumado otras, igualmente descabelladas: el negacionismo de las vacunas, del origen de la pandemia por COVID-19, que la Tierra no es redonda y tantas otras cosas que alimentan el pensamiento conspirativo.

De esto se desprende un segundo nivel de funcionamiento del negacionismo: el del insulto, lo cual ya nos dice que no es llegar y calificar a cualquiera de “negacionista”.

Cuando se utiliza sin control lógico el término negacionismo, no solo se le está utilizando en el modo del insulto. De modo mucho más grave, se está trivializando lo que realmente merece ser nombrado de esa manera.

Es este uso laxo lo que en parte explica el grave retroceso en materia de reconocimiento de violaciones a los derechos humanos durante la dictadura que se apreció en las conmemoraciones del 50 aniversario del golpe de Estado en 2023. Es hora de respirar hondo e interrogarse muy en serio acerca de lo que el negacionismo quiere decir.