Alfredo Joignant y la urgencia de reformar el sistema político: “Es necesario reducir el número de partidos”
Por Alfredo Joignant
25.11.2024 / 22:58
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El panelista de Tolerancia Cero se refirió a la fragmentación del sistema político y al desafío de la centroizquierda para enfrentar las próximas elecciones parlamentarias.
Afinidades electivas entre dos izquierdas.
Llevamos varios años quejándonos de las reglas del juego político, especialmente de la excesiva fragmentación del sistema de partidos, a lo que se suma el rol a veces centrífugo que están jugando los independientes en todos los niveles de elección.
En la Cámara de Diputados, la fragmentación es completa, la que se ha agravado con varios ejemplos de transfuguismo y de renuncia al partido bajo cuya marca se fue elegido: últimamente, la renuncia al Partido Socialista de un diputado irrelevante viene a confirmar este cuadro.
La solución sensata hubiese sido introducir reformas al sistema político en un año distinto del que tendrán lugar las elecciones presidenciales y parlamentarias. No sabemos si será posible introducir cambios a tiempo.
Pero con o sin cambios, es urgente disminuir el número de partidos. ¿De qué forma? Compitiendo.
Las elecciones municipales no permitieron que surgiera con claridad una hegemonía política al interior del oficialismo. Para lograr de una vez por todas la simplificación de la sopa de letras en la que se están ahogando todas las izquierdas, llegó el momento de ejecutar una solución darwiniana.
Esa solución consiste en competir en la próxima elección de diputados y senadores en dos listas parlamentarias (una de ellas es la del socialismo democrático bajo una forma federal), con el fin de hacer posible que todos los partidos de izquierdas compitan en todo el país. El resultado esperado es la eliminación, por vía democrática, de varios de ellos: un fenómeno de selección natural para alcanzar lo que Darwin llamó, brillantemente, una “descendencia con modificación”.
La otra alternativa es seguir tal cual estamos, en una especie de tiempo flotante en donde no es posible gobernar ni menos modificar la realidad.