El abogado tras la primera querella criminal en el caso del homicidio de Eduardo Frei Montalva estuvo en Última Mirada, donde comentó cómo se gestó el magnicidio que hoy deja seis condenados.
El juez Alejandro Madrid dictó sentencia a 37 años de la muerte del ex presidente Eduardo Frei Montalva y determinó que se trató de un magnicidio.
La investigación se inició hace 15 años y estableció responsabilidades de seis personas involucradas en el hecho. El doctor Patricio Silva fue condenado a diez años de presidio mayor como autor del delito de homicidio y Luis Becerra, ex informante de la CNI, a siete años como coautor del crimen. Otros cuatro involucrados recibieron condenas como cómplices y encubridores.
El abogado Álvaro Varela, quien fue el encargado de interponer la primera querella criminal por el caso en 2002, a nombre de Irene Frei Ruiz-Tagle, estuvo en Última Mirada, donde comentó sobre los antecedentes que le tocó examinar y valoró la contundencia del fallo.
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Varela señaló que cuando el ex mandatario decidió operarse por una hernia al hiato, “varios de los miembros de su círculo cercano le dijeron que no era conveniente operarse en Chile dadas las circunstancias, y la verdad es que el presidente Frei dijo que no podía hacer una manifestación de desconfianza hacia la medicina chilena yendo a operarse al extranjero“.
Por esa época el ex presidente había comenzado una intensa agenda de reuniones con personeros políticos que, de acuerdo al abogado, “lo colocaban en la mira”.
Cuando Varela desarrolló su investigación, presentó recortes de prensa del año ’81 que ponían de manifiesto que “los gobernantes de la época hacían un sin número de advertencias a quienes se organizaban políticamente (…) Basta leer la prensa, ahí estaba derechamente el plan“.
Luis Becerra, uno de los condenados, se desempeñó como chofer de Frei Montalva y era muy cercano a la familia. “Él tenía acceso total, y él fue reclutado por Raúl Lillo, que era de la CNI, había sido de la DINA y fue luego del DINE”.
“Becerra fue clave porque a través de él se pudo tener conocimiento de que don Eduardo se iba a internar en la Clínica Santa María en una fecha determinada. Y eso permitió que se iniciara el operativo“, explicó.
Según señaló Varela, gracias a las informaciones entregados por Becerra, días antes de la operación llegaron una serie de enfermeros auxiliares desde el Hospital Militar a incorporarse a la clínica. Además, tres días antes de la intervención se cerró el pabellón.
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El abogado detalló que la investigación fue especialmente difícil porque “nadie aportaba antecedentes, nadie colaboraba. Uno puede ver la similitud de las declaraciones. Todos tienen la misma mala memoria respecto de los mismos puntos, pero respecto de otros tienen muy buena memoria. Hay un patrón, una preparación de inteligencia detrás de ellos“.
Y cerró con una reflexión: “Quiero decir que el país tenga tranquilidad de que hay un proceso extraordinariamente bien desarrollado, una sentencia extraordinariamente bien fundada y respaldada con pruebas contundentes a pesar de todas las dificultades. Y este es el papel de la justicia“.
“Sé que hay un sector del país que no cree estas cosas, yo llamo a ese sector a que medite, piense. Tenemos la oportunidad todos de reunirnos en torno a este fallo”, concluyó.
Experto en política estadounidense y ex subsecretario de Asuntos Hemisféricos de EE.UU., el cientista político chileno analiza las elecciones presidenciales y su impacto en la relación de EE.UU. con América Latina.
