Carolina Urrejola y polémica por cifras de homicidios: “No conviene confundir con datos de periodos más acotados”

Por Carolina Urrejola

16.09.2024 / 09:47

En "Cuestión de Opinión", la conductora de CNN Chile Radio se refirió la polémica entre Renovación Nacional y el Gobierno sobre las cifras de homicidios.


Tres asesinatos en dos horas. Esa es la preocupante cifra de homicidios ocurridos solo este fin de semana en Santiago. No hay personas detenidas, lo que confirma en estos hechos el perfil de estos delitos que han crecido sostenidamente los últimos años.

Si antes los crímenes mortales ocurrían mayoritariamente entre conocidos, hoy casi un tercio de ellos tiene imputado desconocido y esa cifra va aumentando.

El gobernador Claudio Orrego, después de los hechos, subrayó la gravedad de estos acontecimientos y pidió considerar militares en las calles para los próximos días que quedan de Fiestas Patrias, a pesar de la insistencia del Gobierno y también de expertos calificados, como Paz Ciudadana o el abogado Mauricio Ducci, que apuntan a que no existe evidencia de mejores resultados en delitos graves si se despliegan las Fuerzas Armadas en las calles.

Hace algunas semanas el Ministerio Público dio a conocer su informe de homicidios del 2023, que, si bien no registra un aumento respecto del 2022, sí da cuenta de sectores especialmente afectados por los crímenes, verdaderas zonas rojas. Sin embargo, esta semana el Gobierno informó que, según un estudio de la Subsecretaría de Prevención del Delito, los homicidios consumados y crímenes violentos disminuyeron un 9,4% respecto del mismo periodo del año anterior, y la bancada de diputadas y diputados de Renovación Nacional protestaron.

Lo hicieron con una carta dirigida al presidente Boric, por lo que, a juicio de ellos, es una manipulación estadística que no refleja la cruda realidad que viven los chilenos en las calles.

El Gobierno, en voz de la ministra del Interior, retrucó diciendo que criticar desde la comodidad de las oficinas parlamentarias cifras que provienen de organismos del Estado es sembrar una sombra de dudas sobre la institucionalidad. Tohá dijo también que estemos dirigentes políticos discutiendo sobre cifras, no les sirve a las personas.

Puede que la puesta en escena de Renovación Nacional haya sido exagerada o derechamente demagógica de cara a las elecciones de octubre, pero tienen razón en la crítica de fondo. Las cifras sobre delincuencia y criminalidad son un asunto muy delicado. Es necesario mirarlas con altura y sin apasionamientos coyunturales.

De hecho, es reciente el informe que realiza la Fiscalía Nacional sobre homicidios frustrados y consumados, y es un elemento central para medir cómo estamos en relación con nosotros mismos y a otros países.

La seguridad o la inseguridad de una nación se mide estrictamente por la cantidad de homicidios por cada 100 mil habitantes. No cuentan los robos, los secuestros, los abordazos ni ningún otro delito, solo homicidios. Como ese es el delito que más ha aumentado en el último tiempo, pasamos de cuatro en 2018 a 6,4 en 2023, no conviene confundir a la opinión pública con cifras de periodos más acotados, que también pueden ser aprovechados políticamente.

El Informe Nacional de Homicidios del Ministerio Público, la Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana (ENUSC), que mide todos los delitos y que empezó a medir victimización y que la hace el Gobierno, y la Encuesta de Paz Ciudadana son mediciones serias, anuales y aceptadas por todos los actores del sistema.

Se entiende que para un gobierno sea importante dar señales de cuán eficiente se está haciendo en el combate al delito y no hay sector político que esté libre de pecado, pero lo verdaderamente responsable hoy es atenerse a estos instrumentos para la elaboración de políticas públicas. Una disminución de corto plazo en las cifras no es motivo para celebrar.