Carolina Urrejola y empresas eléctricas: “Les sigue valiendo la pena pagar las multas y otorgar un pésimo servicio”
Por CNN Chile
07.08.2024 / 09:51
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La conductora de CNN Chile Radio reflexionó sobre el actuar de las empresas ante los cortes de luz. "La adaptación a la crisis climática es una obligación de las compañías que prestan servicios básicos", sostuvo.
En julio del año 2017 sobre Santiago cayó una tormenta que dejó lluvia, viento y nieve. El servicio eléctrico se cortó por más de dos semanas en algunos lugares y las autoridades de la época, el segundo gobierno de Michel Bachelet, citó a los principales ejecutivos de la empresa de capitales italianos Enel para exigirles la reposición inmediata del servicio.
El gobierno acusó mentiras y dilaciones por parte de la distribuidora eléctrica que se comprometió a mejorar sus canales de comunicación. Se contrataron supuestamente más telefonistas y técnicos para las cuadrillas.
Siete años han pasado y la historia se repite, no solo con Enel sino también con la CGE y otras compañías regionales de electricidad. La tentación de reducir costos para maximizar ganancias hizo que las buenas intenciones del 2017 se desvanecieran, automatizando los canales de atención por chats de WhatsApp que de nada sirven frente a una emergencia de gran magnitud.
Nos dicen que lo que ha ocurrido es equivalente a un terremoto, una excusa difícil de tragar por una razón sencilla; los terremotos no se pueden anticipar, pero los temporales sí y con varios días. La adaptación a la crisis climática es una obligación de las compañías que prestan servicios básicos y de nada sirve esperar que hagan las inversiones por una cuestión de mínimo servicio.
Por lo visto las empresas distribuidoras prefieren apelar a las instancias judiciales para revertir las multas que se le expulsan y si bien en general esa estrategia no le funciona, las cortes tienden a fallar a favor de los consumidores, parece que les sigue valiendo la pena pagar las multas y otorgar un pésimo servicio.
A estas alturas no conmueve mucho el golpe en la mesa del ministro de Energía, que anuncia que el gobierno evalúa caducar la concesión de Enel, que es algo prácticamente imposible de hacer en la práctica y que solo agravaría la crisis. Es cosa de mirar siete años atrás cuando ocurrió una situación idéntica a la actual, es cosa de buscar en el archivo por qué debiéramos confiar en que frente al próximo temporal no viviremos exactamente lo mismo.