“Podemos acordar un mínimo civilizatorio y decir no”: Carolina Urrejola y el impacto de las faenas contaminantes en Chile

Por Carolina Urrejola

04.11.2024 / 22:38

La periodista y panelista de Tolerancia Cero se refirió a la presencia de faenas contaminantes en reservas naturales o parques nacionales y la problemática que representan para la fauna marina en Chile tras el hallazgo de una ballena jorobada en Magallanes.


Centros de cultivo y engorda de salmón en áreas protegidas de aguas prístinas en la Patagonia. ¿Qué podría salir mal? Según los ambientalistas, todo.

Por la contaminación que produce la industria afectando los ecosistemas acuáticos. Nada, según la industria salmonera, uno de los puntales de nuestra economía, que compromete mejores estándares para evitar efectos dañinos en los ecosistemas.

En los hechos, una ballena jorobada, una de las especies más grandiosas de la naturaleza, apareció muerta en una faena que estaba fuera de operaciones en la reserva Kaweskar en Magallanes. Enmallada, flotando.

La investigación que se abrió -el ejemplar está protegido por ley- deberá determinar si llegó muerta a ese punto o si allí murió.

El hecho se produce en medio del debate sobre la permisología, las trabas de la ley lafkenche y la necesidad vital de proteger y restituir ecosistemas, con campañas como la de Greenpeace para frenar la operación de salmoneras en reservas nacionales.

Cabe recordar que la COP 16 de biodiversidad realizada estos días en Calil, Colombia, planteaba entre sus objetivos detener y revertir la pérdida de biodiversidad y la extinción masiva, a través del objetivo 30×30, que busca proteger el 30 % de la superficie terrestre y el 30% del medio marino para 2030. Además, solucionar el problema del financiamiento del fondo para la mitigación de la crisis climática, intentando poner de acuerdo a los más de 130 países miembros.

En Chile, en tanto, los actores económicos debaten sobre cómo agilizar los proyectos de inversión para volver a crecer. Y tras el imacec de 0% conocido hoy, es literal lo de volver a crecer.

Son discusiones complejas sobre las que difícilmente nos pondremos de acuerdo. Pero quizás si podemos acordar un mínimo civilizatorio: mejor decir NO a faenas contaminantes en reservas naturales o parques nacionales.