Claudio Uribe, ex representante de la Asociación Nacional de Fiscales, conversó con CNN Chile sobre las polémicas reuniones del fiscal nacional con autoridades. Si bien negó que hayan existido órdenes directas de no persistir en causas, manifestó que la postura de Abbott "creó un clima donde no había piso suficiente para perseguir hasta el final en todas las causas políticas".
Continúa el revuelo por la reuniones que el fiscal nacional Jorge Abbott sostuvo con autoridades políticas antes de ser nombrado en su cargo. Desde la Asociación Nacional de Fiscales aseguraron que estos encuentros sí afectan la transparencia que debiera existir en la elección del puesto.
En ese contexto, CNN Chile conversó con el ex presidente de la Asociación Nacional de Fiscales, Claudio Uribe, quien renunció al Ministerio Público en julio de este año advirtiendo en el momento que “no ha existido suficiente fuerza para resistir presiones políticas”.
Consultado por las impresiones que dio al renunciar, el abogado destacó que efectivamente se corroboraban al conocer el caso de las reuniones con el fiscal nacional, “acá teníamos una autoridad que, si se reunía en su casa con el poder político, difícilmente se iba a poder plantar fuerte para hacer las exigencias que correspondían“.
En ese sentido, asintió, “se nos da la razón en cuanto a que no estaban las condiciones para pelear por una Fiscalía más fortalecida“. Si bien indicó no tener conocimiento de otras reuniones, afirmó que “si salen [a la luz], no me extrañaría, pero yo no sé de otras más”.
“Yo en 18 años nunca me reuní con un imputado en mi casa y no conozco ningún fiscal adjunto [que hubiese hecho lo mismo] y resulta que nos enteramos que el fiscal nacional sí lo hace”, sentenció Uribe, afirmando que “eso claramente marca que la autoridad más importante del Ministerio Público no tenía clara la misión institucional“.
Con respecto a los denominados “casos políticos” en Fiscalía, como los de Penta y SQM, Uribe sostuvo que “en su minuto criticamos las decisiones que se tomaron en algunas causas, donde los mismos fiscales a cargo de la investigación sentían que había que llevar adelante, que había que llegar con más fuerza hasta las últimas instancias, y eso no se hizo“.
Es así como “parece cuadrar todo”, manifestó Uribe y añadió que con “este nivel de confraternidad y de buenas relaciones en las esferas de poder, se actúa de una manera que no es propia de un órgano persecutor, que no tiene que mirar otra cosa que no sea la persecución penal”.
El abogado descartó que hubiesen órdenes directas para no persistir en causas, sin embargo, recordó los dichos de Abbott en una cuenta pública, manifestando que había que acotar las investigaciones y velar por los equilibrios: “preocuparse de cosas que no tienen nada que ver con lo que hace el Ministerio Público, eso creó un clima al interior de Fiscalía donde quedó claro que no había piso suficiente para perseguir hasta el final en todas las causas políticas, porque la autoridad nacional tenía una mirada mucho más laxa”.
El abogado destacó que “la inmensa mayoría de los fiscales trata de hacer su labor con los pocos recursos de los que disponen”, no obstante, ante la defensa de fiscales regionales que negaron todo tipo de presión, respondió que “a mí no me consta”, insistiendo en la postura flexible de Fiscalía Nacional con los casos políticos.
“Todos estamos de acuerdo en que acá se actuó mal y no hubo la fuerza suficiente, todos menos el fiscal nacional”, sostuvo Uribe y añadió que “creo que lo que él piensa es que hizo lo correcto, lo que tenía que hacer, y siente que no tiene por qué escuchar ninguna crítica al respecto, de manera tal que siento que no habrá ninguna reacción de parte de Fiscalía Nacional y lo único que veremos es a un fiscal que le queda un año para terminar su periodo”.