Mónica Rincón: “Pelea como niña, corre como niña, llora como niña, sí, pero que sea un halago”

Por Mónica Rincón

25.06.2019 / 20:26

"Entre los 5 y los 17 años, las niñas realizarán un 50% más de trabajo doméstico que ellos. Entonces la desigualdad se profundiza: ¿quién tiene más tiempo para jugar, para leer, para estudiar, para el ocio?", comentó la conductora de Marca Registrada tras el inspirador mensaje de José Maza.


“A él le vamos a regalar un cohete… Debería estar prohibido por ley que le regaláramos a una niña de 2 años una escoba”. Notable. José Maza, nuestro rockstar de las astronomía, nos habla simple y claro. Debería estar prohibido por ley regalarle una escoba a una niña de 2 años.

Los proyectos de vida se construyen a partir de sueños, de lo que creemos que es posible cuando somos niños o niñas. Y la verdad es que aún el campo de lo que las niñas imaginan para ellas es mucho más estrecho.

Pongámosle cifras a la indignación del astrónomo José Maza: las pequeñas tienen apenas un 30% de posibilidad de recibir un juguete científico e infinitas posibilidades de recibir una muñeca. Las vamos determinando desde su infancia, porque además siguen viendo desde la cuna que el papá trabaja afuera y la mamá dentro de la casa, o dentro y fuera.

Entre los 5 y los 17 años ellas realizarán un 50% más de trabajo doméstico que ellos. Entonces la desigualdad se profundiza: ¿quién tiene más tiempo para jugar, para leer, para estudiar, para el ocio?

Se sientan frente a la televisión y los productos del hogar se los ofrecen a mujeres como ellas. Toman una catálogo de juguetes y el niño está al lado del laboratorio y la niña posa en las cocinas de plástico. Crecen y ven pocas mujeres cabezas de empresa, políticas o científicas, pocas aún en quienes reflejarse e inspirarse.

No seamos literales, Maza sabe que el problema no es que le regalen la escoba a la niña de 2 años, sino que al hombre de 2 años no se la regalen también. Lo marcador es que a ellas les entreguen muchos menos legos, laboratorios de experimentos o cohetes. De eso se trata el feminismo: de libertad, de devolverle a hombres y mujeres el derecho a soñar con el destino que quieran y no con uno determinado por su género.

Por eso: pelea como niña, corre como niña, llora como niña. Sí, pero no lo digamos como insulto. Que sea un halago, porque así ellas sabrán desde chiquititas que pueden ser fuertes, rápidas y libres.

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