El gobierno ecuatoriano decidió dejar sin efecto el decreto que eliminaba el subsidio a los combustibles, una medida que según el analista internacional "afectaba a los sectores más necesitados de la población".
Después de 12 días de protestas, el presidente Lenín Moreno y las comunidades indígenas ecuatorianas lograron un acuerdo que contempló la derogación del decreto 883 y el levantamiento del estado excepción y toque de queda en Quito.
La medida fue la principal causa por la que estalló la crisis social, ya que quitaba el subsidio del gobierno a los combustibles y por ende, subía el precio de este a más del doble.
Después de una reunión de más de cuatro horas, los dirigentes indígenas y el mandatario acordaron sustituir el decreto y así poner fin a las protestas, que en todo el país dejaron un saldo de cinco muertos, cientos de heridos y más de mil detenidos.
En Última Mirada el analista internacional Raúl Sohr analizó las consecuencias de este estallido social y afirmó que “Lenín Moreno cosechó una derrota fenomenal porque hasta hace muy poco estaba diciendo que no iba a dar marcha atrás”.
“Yo creo que sus posibilidades electorales, su capital político, está hecho pedazos. Yo creo que no lo va a poder reconstruir”, comentó.
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Además, Sohr sostuvo que “eran medidas increíblemente regresivas que afectaban a los sectores más necesitados de la población”. En la misma línea, explicó que “la gran masa de los campesinos vende sus productos, y el transporte es una parte importante del precio de su mercadería y en las ciudades la gente tiene que tomar transporte público y todo eso sube en forma importante”.
El analista apuntó que el presidente ecuatoriano “trató en forma absurda de politizar, ideologizar, el conflicto” al decir que el ex presidente Rafael Correa estaba detrás de “un intento de golpe de Estado”.
“Toda esta especulación de que era un golpe de Estado no tiene fundamentos”, aseguró Sohr, y dijo que “esto fue simplemente una reacción social frente a medidas muy desatinadas. En esto no hubo una conspiración. Uno no puede negar que haya quienes han querido sacar partido, pero la raíz de esto fue social”.
Las actividades están enmarcadas en el lema "Salgamos a jugar", por lo que el énfasis estará en los juegos tradicionales y la "transmisión intergeneracional de la riqueza cultural". La jornada se realizará en 16 regiones del país.
