El país sudamericano alcanzó el miércoles su récord de nuevos contagios. A medida que se recrudece la pandemia, los gobernadores insisten en aplicar sus propias medidas y "Bolsonaro parece haber cambiado un poco el tono", dice el analista en Última Mirada.
Brasil atraviesa su momento más difícil desde el comienzo de la pandemia del coronavirus. Si el martes tuvo su peak de muertes en 24 horas (2.841), el miércoles alcanzó un nuevo récord en cantidad de nuevos contagios, al registrar 90.303 casos diarios.
En Última Mirada, el analista internacional Raúl Sohr abordó la evolución de la percepción que tiene el país sobre su mandatario, Jair Bolsonaro, quien desde el comienzo de la crisis insistió en minimizar el virus y no avanzar en medidas que pudieran controlar los contagios.
“Como siempre ocurre con una enfermedad de esta naturaleza, los sectores más afectados son precisamente los más pobres, los que tienen menos recursos y que están obligados a trabajar. Mucha gente no se puede dar el lujo de quedarse en casa y Bolsonaro supo interpretar esta ansiedad, dijo ‘sigan trabajando, no vamos a tomar medidas, no vamos a estar en cuarentena’, e inicialmente esto tuvo una acogida y su popularidad comenzó a subir”, explicó Sohr.
Sin embargo, “los resultados han sido desastrosos, de manera que ahora se ha dado una situación totalmente paradojal”, afirmó.
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Sohr señaló que “con el tiempo, ha sido tal el impacto del COVID, que se ha comenzado a generar una cierta rebelión de los gobernadores y, por ejemplo, Sao Paulo está en una cuarentena que inicialmente fue criticada por el gobierno. Pero los últimos días, Bolsonaro parece haber cambiado un poco el tono y de haber tenido opiniones muy negativas, irónicas, sobre los que pedían medidas más serias, ahora, el último tiempo, él ha comenzado a aparecer públicamente con una mascarilla”.
De acuerdo a la última de las encuestas, 46% de los ciudadanos son partidarios de realizar una acusación constitucional. Con esto, el analista indicó que “ha tenido una pérdida de legitimidad muy grande. Pese a todo, su popularidad todavía es alta. Pese a las dificultades, él ha logrado mantener cierta popularidad”.
De todas formas, el experto cree que “Brasil, lo peor lo tiene por delante, dado que tiene esta variante que es muy tóxica (de Manaos)”.
“Si las cosas siguen así, con este tren de contagios y muertes, van a tener que empezar a aplicar cuarentenas severas y esto va a tener un impacto muy fuerte sobre la economía del país, en momentos en que la mayoría del resto del mundo comienza a ver la luz al final del túnel”, agregó.