El presidente Tabaré Vásquez ha tenido el respaldo transversal de los partidos uruguayos. Raúl Sohr explica la trama y cómo queda el panorama para el mandatario.
El presidente de Uruguay, Tabaré Vásquez, descabezó la cúpula militar de su país tras un escándalo por la publicación de confesiones sobre violaciones a los derechos humanos.
El Observador tuvo acceso al acta con las confesiones del militar retirado José Gavazzo, quien reconoció ante el Tribunal de Honor del Ejército en 2017 haber arrojado al río Negro en 1973 el cuerpo de Roberto Gomensoro, un militante tupamaro de un partido de izquierda.
Acusados de encubrimiento, tuvieron que dejar sus cargos por orden del mandatario el ministro de Defensa de Uruguay, Jorge Menéndez; el subsecretario de la misma cartera, Daniel Montiel; el jefe del Ejército, José González; dos generales y tres integrantes del Tribunal de Honor, Jorge González, Alfredo Erramún y Gustavo Fajardo.
“Es un hecho inédito”, comentó el analista internacional Raúl Sohr. “Lo más extraordinario es que el conjunto del espectro político solidarizó con el presidente Tabaré Vásquez”, incluidos partidos de centroderecha y derecha. “Lo encuentro muy alentador en cuanto a la sociedad uruguaya”, dijo el comentarista.
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En tanto, otro comandante en jefe destituido recientemente, Guido Manini Ríos, construye su carrera política. “Le dicen el Bolsonaro uruguayo. Es probable que reciba respaldo de sectores de extrema derecha de Brasil”, comentó Sohr.
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Las actividades están enmarcadas en el lema "Salgamos a jugar", por lo que el énfasis estará en los juegos tradicionales y la "transmisión intergeneracional de la riqueza cultural". La jornada se realizará en 16 regiones del país.
