En su comentario internacional, el analista repasó los pormenores de la discusión entre el actual mandatario y el ex vicepresidente. Afirmó que el republicano buscaba mostrar a su oponente como "un individuo incapaz".
Como “el peor debate de la historia” ha sido calificado el enfrentamiento entre el presidente Donald Trump y el ex vicepresidente Joe Biden en Estados Unidos. “Es una vergüenza. Lejos de servir para aclarar a los potenciales electores, no hizo más que generar un ambiente de negatividad”, afirmó Raúl Sohr en Última Mirada.
Según algunos conteos, Trump interrumpió en 73 ocasiones a Biden. De acuerdo al analista internacional, la estrategia del mandatario era la misma que aplicó con la ex candidata Hillary Clinton, cuando en medio de un debate comenzó a caminar tras de ella.
“Él sabía que Biden tiene un problema de habla, que tiende a tartamudear, y lo que trató de hacer a través de todas estas interrupciones es sabotearle su mensaje y mostrarlo como un individuo incapaz. Esa había sido su campaña anterior al debate”, explicó.
Sin embargo, el magnate “se encontró con la sorpresa que Biden resistió muy bien la hora y media, y que con su sonrisa salió adelante y finalmente las encuestas lo dan como ganador del debate”.
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Una de las polémicas mas comentadas después del debate fue la resistencia de Trump a condenar a los grupos supremacistas blancos. Consultado por el moderador sobre los Proud Boys (Chicos Orgullosos), el mandatario respondió que estaba más preocupados por los activistas de izquierda.
Sohr explicó que los Proud Boys son un “grupo de fascistas que se generó en 2016 al alero de la campaña de Trump, que han estado presentes en todas las grandes manifestaciones de Black Lives Matter, y que han sido elementos provocadores. Con armas, incluso con granadas, han estado presentes en manifestaciones”.
Cuando por fin se refirió a ellos, Trump les dijo “stand back and stand by”, traducido como “retrocedan y esperen”.
“Se negó a condenar a estos activistas de extrema derecha, en la práctica neonazis”, sentenció Sohr.
Las actividades están enmarcadas en el lema "Salgamos a jugar", por lo que el énfasis estará en los juegos tradicionales y la "transmisión intergeneracional de la riqueza cultural". La jornada se realizará en 16 regiones del país.
